Hoy es el gran día en el que una de estas películas saldrá como triunfadora de la noche, salvo una gran sopresa. La disputa entre ambas es muy bonita: una representa el triunfo de lo modesto y la otra es el gran ejemplo de super producción, una llega con unos números modestos en taquilla y la otra como la más recaudadora de la historia.
AVATAR
James Cameron
Avatar era una de las películas más esperadas de los últimos años ya que Cameron llevaba una eternidad trabajando en ella y se había avanzado que revolucionaría el cine con su técnica 3D. Este supuesto antes y después en la exhibición de films para mí se ha quedado a medias. Me recuerda a los intentos de introducir nuevos sistemas como el cinerama ya en los años 50 y 60 cuando el cine encontró un duro competidor en la televisión y la industria buscaba maneras de potenciar la proyección en salas. Curiosamente, muchos de estos sistemas empezaron a utilizarse sólo con documentales y muy poco en películas comerciales. Lo mismo que el 3D, que hace ya muchos años que habita los IMAX con narraciones sobre el Nilo, el Everest y otras variantes. Ante el auge de internet y las descargas, esta la industria vuelve a intentar fomentar las asistencia a las salas de los espectadores con el 3D.
Yo tengo mis dudas sobre las verdaderas aportaciones que tiene a nivel práctico. Básicamente, lo que se consigue es una perspectiva que ya se puede obtener de muchas otras maneras sin necesidad de encarecer exponencialmente el proceso y algunos efectos espectaculares cuando algunos objetos parecen salirse de la pantalla directos a las butacas. De momento el 3D es eso: espectáculo. De revolución narrativa, hasta ahora, nada. Ahora bien, Avatar tenía que funcionar sí o sí para la buena salud las grandes productoras por lo que el film queda lastrado en su búsqueda de gustar a todo el mundo.
La primera víctima es su guión, una versión interplanetaria de Bailando con lobos o Pocahontas que peca de simplón y maniqueo. Tiene menos profundidad de mensaje que un anuncio de teletienda, por mucho que se vista de un ecologismo que ahora está de moda. Lo que maravilla de la película es el mundo de Pandora y sus efectos, y algunas secuencias realmente alucinantes. Cómo comentaba ayer, su exitazo de taquilla ya es más que suficiente premio para Avatar.
THE HURT LOCKER
Kathryn Bigelow
Para mí es la gran favorita esta noche y merecería más el Oscar que Avatar. Es un relato de un adicto a la adrenalina de la guerra que trabaja en la unidad de descativación de explosivos. The Hurt Locker nos acerca a algunas consecuencias de los conflictos bélicos que pueden pasar más desapercibidas y lo hace con una narración que destila tensión. Pocos diálogos, sentimientos comunicados a través de las acciones y los silencios, suspense, una realización vibrante y un uso de los elementos del cine (sonido, fotografía, montaje) dedicados por completo al tono del film. En su contra, no deja de ser una película muy sencilla con una historia corta y sin grandes aspiraciones.
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Y ahora ya sólo me falta hacer mi quiniela.
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