Oscuro Animal (Colombia), ópera prima del cineasta Felipe Guerrero, ganó el Premio a Mejor Película del Festival de Cine de Lima 2016. De esta manera, el cine colombiano se reivindica por segundo año consecutivo en este certamen cinematográfico, revalidando el reconocimiento que obtuvo en el 2015 El abrazo de la serpiente, del realizador Ciro Guerra, quien en esta ocasión presidía el jurado oficial del certamen. Oscuro animal fue la gran triunfadora de la noche, ya que también se llevó el Premio de la Crítica Internacional. Ambos ‘Spondylus’, como se denomina la estatuilla que se otorga a los ganadores de este festival, fueron recogidos por Gema Juárez Allen, co-productora de la película, quien se mostró visiblemente emocionada y tuvo que contener las lágrimas al recibir el galardón más importante de la noche.
Oscuro animal es una de las producciones latinoamericanas del año, un film que ya arrasó hace cuatro meses en la última edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (México), donde obtuvo los premios a Mejor Película, Actriz, Dirección y Fotografía. En ambos certámenes, los miembros del jurado se dejaron seducir por la cruda honestidad de este drama sobre los desplazados por la violencia en Colombia, en el que Felipe Guerrero hace valer su trayectoria como documentalista para armar una historia híbrida, descarnada y contundente. Felipe Guerrero escribió el guion leyendo informes de Human Rights Watch y Amnistía Internacional donde víctimas relataban sus experiencias personales. Oscuro animal es un ajuste de cuentas con la historia reciente colombiana, una película necesaria que coincide con el proceso de paz abierto por el Gobierno de Juan Manual Santos y la guerrilla de las FARC.
Uno de los momentos más aclamados de la ceremonia fue la premiación del peruano Lucho Cáceres, quien se llevó el Premio a Mejor Actor por su papel en La última tarde (Perú). Lucho Cáceres aprovechó la oportunidad para lanzar un mensaje al nuevo Gobierno presidido por Pedro Pablo Kuczynski, al que demandó hacer realidad la tan ansiada Ley de Cine para fomentar la producción cinematográfica nacional. Un llamamiento al que se unieron casi todos los cineastas peruanos galardonados durante la gala. Uno de ellos, el joven cineasta Adrián Saba, también tuvo su cuota de protagonismo al recibir dos reconocimientos por su trabajo al frente de El soñador: Mención Honrosa concedida por el Jurado de Crítica Internacional y Premio a la Mejor Película Peruana.
Los otros galardones oficiales de la noche fueron: Premio Especial del Jurado: Aquarius, de Kleber Mendonça (Brasil); Mejor Director: Lorenzo Vigas, por Desde allá (Venezuela-México); Mejor Actriz: Sonia Braga, por Aquarius (Brasil); Mejor Guión: Guillermo Calderón, por Neruda (Chile); Mejor Fotografía: Diego García, por Boi Neon (Brasil); Mejor Ópera Prima: Alba (Ecuador), de Ana Cristina Barragán; y Mejor Documental: Tempestad (México), de Tatiana Hueso. En la mayoría de estos casos, los premios no fueron recogidos por los propios cineastas galardonados, sino por personas afines al proyecto o funcionarios de las embajadas de los respectivos países. Un año más, esta se revela como la falla más notoria de este festival. La ausencia de muchos de sus protagonistas resta prestigio y proyección internacional a una gala que pretende ser una gran fiesta del cine latinoamericano. Algo que resulta elocuente si tenemos en cuenta que el agregado cultural de la embajada de Brasil fue la persona que más veces subió al escenario a recoger la estatuilla ‘Spondylus’.
Esto, sin embargo, no resta importancia a un evento cinematográfico de gran magnitud que en su clausura ha contado con la presencia del realizador belga Luc Dardenne, quien ha sido homenajeado por su brillante y galardonada filmografía, realizada siempre mano a mano con su hermano Jean-Pierre. El de ellos es un cine inspirado en la realidad social más inmediata, acercándose con delicadeza y gran poder de sugestión a los problemas de la sociedad contemporánea. En palabras del periodista cultural y crítico de cine Federico de Cárdenas, “sus personajes no están condenados y luchan, buscando una salida que pueda garantizarles un resquicio de libertad”. Algo de esta comprometida vocación cinematográfica de los hermanos Dardenne tuvo que tener en mente Alicia Morales, directora del Festival de Cine de Lima, cuando en su discurso invocó a todos los ciudadanos y ciudadanas que esa misma tarde se concentraron en la marcha cívica #NiUnaMenos, convocada en el centro de Lima para clamar a favor de los derechos de la mujer y combatir el machismo en la cultura peruana. Estas palabras de solidaridad fueron secundadas por todo el auditorio con la ovación más cerrada de la noche.