Con gran algarabía de TV3 y en los medios afines, el exterrorista y dirigente de Euskal Herria-Bildu Arnaldo Otegui ha incitado a los independentistas a ejercer la violencia al advertir que “una república catalana, gallega, canaria o vasca no va a ser posible por las vías pacíficas y democráticas”.
Lo que plantea con su doble lenguaje Otegui –en castellano no se escribe Otegi-- es que los independentistas de esas regiones estudien la posibilidad de ejercer la violencia para conseguir su objetivo.
Cualquier expresión tiene significados distintos según su autor y las circunstancias en las que se expresa: dicha por la mayoría de los oyentes la frase significaría que es imposible conseguir la independencia y que hay que adaptarse a ello.
Pero en la Cataluña actual, con los jefes separatistas en prisión o huidos, y con masas cuidadosamente preparadas por el “agitprop” nacionalista, lo que hace Otegui es azuzarles para que vayan a la confrontación con los defensores de la Constitución, que son sus fuerzas de seguridad, incluidos los Mossos d’Esquadra, que deben defender la integridad territorial española.
En este momento esos Mossos se encargan de mantener la tranquilidad, aunque ya han tenido enfrentamientos con turbas independentistas, no demasiado numerosas aún, que pretendían asaltar la Delegación del Gobierno en Barcelona.
Pero han comprobado los jueces del Supremo y de la Audiencia de la capital catalana, es difícil fiarse incondicionalmente de esos mismos mossos: fueron aliados de los golpistas para que prepararan la separación de España, incluso traicionando las órdenes de los tribunales.
El llamamiento de Otegui es peligroso porque, además de tratar de influir en Cataluña, pretende hacerlo en otros nacionalismos cuyos fanáticos, aprovechando el desbarajuste catalán, quizás pretendan estudiar cómo molestar simultáneamente al Estado para que reaccione virulentamente ante el mundo.
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SALAS
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OTRAS COSAS:
Hoy hay que darle la enhorabuena al CNI por haber conseguido que el jefe de los golpìstas, Carles Puigdemont, fuera detenido en Alemania. Así podrá juzgársele en España, una vez extraditado, por todos los delitos con los que se le acusa, y no por la parte menos grave de ellos como sería si lo entregara Bélgica.