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OTHER LIFE - Capitulo 2: Jack

Publicado el 08 septiembre 2015 por Flor @fashionsstreets
OTHER LIFE - Capitulo 2: Jack
   Era un día muy normal, por lo menos eso pensaba Sam. Se despertó sobresaltada, con una mano en su rostro trató de enfocar la vista en el reloj sin poder ni siquiera bostezar. Prácticamente saltó de la cama y comenzó a vestirse. Una vez lista, se abrigó lo suficiente con una chaqueta color verde militar, se coloco la bufanda y agarró su mochila. Bajo corriendo las escaleras y después de saludar a Kate, se subió al auto para ir a la Universidad.   Waford era un pueblo con pocos habitantes, pero con el paisaje más grande de la zona. Para llegar a la Universidad, Sam tenía que viajar quince minutos pasando el pequeño centro. Su cuerpo le reclamaba por el desayuno, las ganas de comprar un café eran inmensas, pero si paraba llegaría aún mas tarde a la clase.El día estaba gris, hacia más frío de lo habitual y por suerte no había mucho tráfico. Siguió avanzando y miró el reloj, faltaban diez minutos para las nueve. Aceleró tratando de llegar lo más rápido posible.   Odiaba quedarse dormida. La noche anterior se había quedado hasta las cuatro de la mañana recostada con Jack a su lado, hablaron de cosas sin sentido, se rieron y se besaron como solían hacer todas las noches que se juntaban a ver películas. Cuando finalmente apagaron el televisor, Jack le dijo que debía volver a su casa.   —¿Cuándo regresarán tus padres?—preguntó Sam mientras se colocaba un abrigo para acompañarlo a la salida.   —No lo sé Sam, por lo poco que se aún tienen cosas que hacer, ni siquiera se comunican conmigo. Además, no me quejo. Vivir solo no es para nada desagradable.   —Lo sé, solo es que me preocupa que estés solo en el medio de la nada. Esa casa es muy solitaria.   —No tienes por qué preocuparte —le respondió depositándole un pequeño beso en la cabeza.   — ¿Mañana vendrás? —dijo Sam mientras salía de la habitación y comenzaban a bajar las escaleras tratando de no hacer ruido.   —Si, te estaré esperando aquí a la una —contesto Jack saliendo de la casa.   Finalmente había llegado. Estacionó el auto y salió demasiado apresurada a la clase, debía entregar un pequeño trabajo de Literatura.El edificio de la vieja Universidad estaba situado bastante apartado del pueblo, por lo cual tenían grandes bosques y parques a su alrededor. Tenía varios pisos, en la planta baja se podía encontrar la recepción y el buffet, los salones en el primer y segundo piso; y en el subsuelo había una gran biblioteca donde se hallaba guardada una copia de cada libro publicado en el mundo. Una verdadera joya para Waford.Sam entró al salón un poco sobresaltada pero por suerte la clase apenas estaba comenzando. Aún se podía ver a varios de los alumnos eligiendo sus asientos. Subió las escaleras y se sentó al lado de Lydia, otra de sus mejores amigas. Ambas tenían mucha pasión por la lectura y se habían anotado en la misma carrera.   —¡Sam! Pensé que no venias. Estaba a punto de enviarte un mensaje —susurró Lydia mientras Sam se acomodaba en el asiento.   —Me he quedado dormida. Además me duele un poco la cabeza, no dormí casi nada. ¿Tienes un caramelo? Aún no he desayunado, necesito comer algo.Lydia hizo un gesto divertido con los ojos y comenzó a buscar pastillas para su amiga. No era necesario que le cuente el motivo del porque se ha acostado tarde, Sam era muy predecible cuando se trataba de Jack.    —Aquí tienes. Prométeme que la próxima vez desayunaras algo y dile a tu novio que de una vez se quede a dormir en tu casa, necesitas descansar, dentro de poco debemos comenzar la tesis para fin de año.   —Lo sé, lo sé —contestó Sam mientras desenvolvía el caramelo — Es solo que debe volver a su casa, por algo sus padres le dijeron estrictamente que debía quedarse allí.   —¿Aún no vuelven? Apenas llegaron al pueblo, se fueron. Mi madre dice que nadie los vio más que unos minutos, solo el día que se mudaron.   La clase estaba por comenzar, Sam le contesto a Lydia con gesto de hombres dándole a entender que no sabía nada al respecto. Y era verdad, se detuvo a pensar en todo lo que conocía y desconocía de Jack, pero esos pensamientos le duraron pocos segundos, se enderezó en el asiento y prestó atención a la clase.El reloj había marcado las doce y media cuando finalizó la clase. Todos dejaron el salón y comenzaron a bajar al buffet para el almuerzo. Como Sam ya no tenía que cursar, saludó a Lydia prometiéndole que la llamaría mas tarde y caminó hacia el estacionamiento.Se subió al auto, puso música y le mando un mensaje a Jack: "Ya salí. Llego en media hora". Dejo el celular en el asiento del acompañante y comenzó a viajar a su casa. Mientras viajaba, pensaba en las cosas que debía hacer durante la tarde. Jack la ayudaría a colocar unos estantes en la habitación, luego debía acompañar a Kate a elegir un vestido para su entrega de diplomas y finalmente debía llamar a Lydia por la tesis.Los primeros quince minutos del viaje fueron realmente incómodos, había comenzado a llover y debía concentrarse en la carretera más de lo usual, además, no aún había recibido noticias de Jack como todas las mañanas y eso la inquietaba. Hizo un gesto con la cabeza sintiéndose demasiado paranoica y subió el volumen de la música.El resto del viaje fue más tranquilo, la lluvia había disminuido. Lentamente estacionó el auto en la puerta de su casa y miro el reloj. Habían pasado cinco minutos de la una. Agarró sus cosas y entró a la casa.   —¡Kate! ¡Jack! —gritó apenas abrió la puerta. Silencio.Dejó sus pertenencias sobre el sillón y se dirigió a la cocina. Sobre la mesa vio una nota de su amiga Kate avisándole que se iría al centro comercial con Sebastian, su novio. Caminó rápidamente a la sala para agarrar el celular y llamar a Jack. Ahora si estaba preocupada, una de las virtudes de Jack era la puntualidad, nunca, desde que lo conoció llegó tarde a ningún sitio.   —¡Vamos Jack, responde! —suspiró impaciente. Nada. El teléfono sonaba hasta que saltaba el contestador. Cortó enojada, se dirigió a la entrada y se colocó nuevamente la campera. Una vez afuera volvió a subirse al auto, la casa de Jack no estaba tan lejos. Aceleró lo más rápido que pudo sin pensar en la velocidad y se dirigió al bosque central de Waford. Muy pocas veces había ido, las podía contar con la mano, pero recordaba el camino. En menos de quince minutos llegó. El auto de Jack se encontraba estacionado a un costado en la entrada. Bajó del auto y cuando estaba por tocar el timbre, vio la puerta abierta. Asomó la ligeramente la cabeza  —¡Jack! —gritó mientras entraba —¡Jack! ¿Dónde estás? —volvió a repetir —Esto no es gracioso, sal de una vez —pero seguía sin obtener respuesta.La casa era bastante amplia, en la planta baja se encontraba la cocina y el living; y al costado derecho tenía una gran escalera que llevaba a las habitaciones y el baño. Subió las escaleras con miedo y se dirigió a su cuarto. Un grito asustado salió de su boca, se la tapó con las manos tratando de contener las lágrimas. No podía creer lo que veía.La ventana tenía los vidrios rotos, la cama estaba desarmada y el resto de la habitación estaba destrozada, había libros y ropa por todos lados, pero Jack no estaba.
Other Life por Florencia Aliano se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.

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