Otis.
Eres, de entre todas,intensa luz que brilla, traviesa y encantadora, hermosa y siempre digna.
(Mi dulce pequeñita)
Restauradora de paz, amor y vida, ¡Quédate siempre!,útil sos, pequeña mía,en esta larga travesía…lenta y a la vez tan linda.
Oye a lo lejos como claman, rompiendo el silencio de la espera, todos los latidos que acaloran… inclementes, a mi cuerpo y mis deseos.Zagala hermosa, niña mía tan bien amada.
Comprende entonces,hermosa y dulce pequeñita,a este loco muchachito, presto siempre a tu belleza, a tu amor y tu todito. Reniega entonces de otros besos, reniega vos, y ven conmigo... o tendrás de mi, un cuerpo muertecito.
-Otis-