–¿Por qué– inquirió sonriente, como si le hablara con amabilidad a un niño-, por qué no iba el amor a ser la vida? Está ahí. Atendemos nuestros asuntos, vivimos nuestra vida cotidiana..., pero sabemos que está ahí... Nos espera. ¿Te acuerdas de la sensación que teníamos los sábados por la tarde?
–Sí... sí, ¡era espléndida!
–Mira..., el amor proporciona ese sentimiento a la vida entera; siempre nos está esperando un día de fiesta.
"Otoño en Berlín (Beate y Mareile)" de Eduard von Keyserling