El sol de la tarde se filtra entre las hojas de las acacias,
acariciando con sus tenues rayos la reseca madera del puente;
escucho un susurro
es el otoño que vuelve
melancólico y dulce
con su promesa eterna de cosecha,
repleto de esperanzas
de hojas al viento, y de flores
que contagian su luz en nuestras almas
abandonadas, dejan las sombras
y beben
el almíbar de su copa.