Revista Cultura y Ocio

Otoño en Tejera Negra, situado en la provincia de Guadalajara

Por Tienesplaneshoy @Tienesplaneshoy

La llegada del otoño parece querer hacerse desear. Este año las altas temperaturas nos acompañan, y un verano mimoso no quiere partir hasta la sala de espera del año que viene. Pero la naturaleza comienza a forzar la despedida, y se empiezan a ver los primeros signos de un otoño incipiente.
El otoño es una estación que se debate entre el romanticismo y la nostalgia, los paisajes multicolores que navegan entre los tonos ocres, rojizos, anaranjados y marrones imprimen las imagenes de sensaciones especialmente bellas.
El Hayedo de la Tejera Negra
Los hayedos suelen ser espacios naturales que en otoño ofrecen estampas inolvidables. Llevamos años deseando ir al Hayedo de Montejo, en la Sierra del Rincón. Pero este año, el primer día que se abrían las resevas para el mes de noviembre, a mitad de la mañana ya estaba todo completo hasta enero. Asi que, el Hayedo de Montejo tendrá que esperar. Para todos aquellos interesados, y que también llegueis tarde, os recomendamos en su defecto un paseo por la Sierra del Rincón en dónde se ubica el hayedo y que también os hará llenaros de otoño.
A pesar de ello, y si quereis disfrutar de otro de los hayedos que en el otoño se colorea de mil tonos rojizos, está la Tejera Negra, situado en la provincia de Guadalajara. Hay que dirigirse hasta la localidad de Cantalojas, y desde alli  seguir las indicaciones que os llevaran a  una pista forestal de unos 8 kilometros hasta llegar al aparcamiento.
El Hayedo de la Tejera NegraLa Tejera Negra, menos popular que el Hayedo de Montejo se encuentra algo más aislado. Entre los valles de Lilla y Sorbe. El acceso desde la Comunidad de Madrid, a pesar de no estar a demasiados kms, se puede tornar un poco más largo, ya que gran parte del recorrido se realiza por carreteras secundarias que van rodeando Somosierra y la Sierra de Ayllon. Lo positivo de ello es el paisaje que acompaña a la excursión.
El acceso durante el fin de semana a este lugar es limitado, en la página web podéis comprobar la disponibilidad y la forma de efectuar la reserva  y también la cantidad de rutas que podéis hacer en su interior. En caso de no poder acceder al Hayedo, os recomendamos que visiteis alguno de los pueblos que conforman la Ruta de la Arquitectura Negra que gozan de un encanto peculiar (anteriormente ya os hemos hablado sobre Majaelrayo y Campillo de Ranas)
Nuestra visita, en un día laborable solitario, se ha realizado en este otoño caprichoso del que hablábamos y que parece no querer asomar. A pesar de ello, hace un par de semanas en el hayedo se divisaban las primeras tonalidades rojizas, y el suelo se cubría con las primeras hojas caducas que habían abandonado las ramas.
Las Senda Carretas fue nuestro itinerario, una senda circular que comienza en el mismo aparcamiento y que discurre por el interior del hayedo durante unos seis kilómetros aproximadamente, con un desnivel de unos 280 metros. Está perfectamente señalizada a través de balizas pintadas de blanco y proporciona un paseo agradable.
El Hayedo de la Tejera Negra
El verano de este año 2011, al igual que estas semanas de otoño se han caracterizado por ser especialmente seco, lo cual se veía reflejado hace unos días en el hayedo, donde los cauces del rio se veían escasos y en algunos puntos totalmente inexistentes.
Calculamos que a partir de estas fechas, y durante todo el mes de noviembre, este paisaje cada vez irá tornándose en una imagen más bucólica. 
El Hayedo de la Tejera Negra
Durante los primeros metros se camina por el margen de lo que sería el rio, en tiempos de mayor abundancia de aguas. Posteriormente, y poco a poco, uno se va adentrando en un paisaje más sombrío, donde las estaciones vecinas (verano y otoño) conviven en la naturaleza. La vegetación deja pasar con limitaciones los rayos solares y bajo ese manto de hojas la estampa es un concierto de luces, sombras y colores.
Es en este punto en el que se está a punto de llegar a la carbonera, un lugar simbólico, construido como muestra de uno de los medios de vida de la gente del lugar, el carbón vegetal.
El Hayedo de la Tejera Negra
La Tejera Negra es conocido por sus hayas y por la rareza de existencia de este tipo de especies en lugares como en el que se encuentra este Parque Natural. Es necesaria la existencia de unas condiciones climatológicas específicas para la supervivencia de esta especie, y es en la Tejera Negra donde se produce ese microclima que permite la existencia de este tipo de árbol. Pero en el paseo no solo disfrutaréis de estos árboles, pinos, robles y algún tejo centenario os acompañaran durante la pequeña ruta.
El Hayedo de la Tejera NegraEl Hayedo de la Tejera Negra
Poco a poco las hayas se van quedando atrás, la luz comienza a filtrarse entre los árboles, en ese momento aparece mayor vegetación en el suelo. En este lugar se inicia una subida con una pendiente un poco más pronunciada que lleva hasta la Pradera de Mataredonda, que ofrece una vista panorámica de los Valles que rodean este espacio natural.
El Hayedo de la Tejera Negra
En ese momento nos encontramos en el punto más alto de la ruta, desde ahí y tras divisar en paz absoluta el entorno que te rodea, continua la senda en dirección al aparcamiento.
El Hayedo de la Tejera Negra
Diversos puentecitos y bosques, que vuelven a aparecer y a impedir que la luz se filtre con fuerza, son los protagonistas durante un buen rato. Constantemente, en el silencio de aquel día laborable, se escuchaban ruidos entre las hojas que nos hacían darnos cuenta que no estábamos solos. Que en ese lugar habitan aparte de especies vegetales numerosas especies animales. Corzos, tejos, gatos monteses, pequeños ratoncillos, jabalíes... y el que quiso demostrarnos que la bibliografía no miente cuando habla de la existencia también de zorros. Simpático y sin demasiada prisa, apareció haciendo sonar las hojas caídas un hermoso zorro, que se nos quedó mirando durante unos segundos antes de continuar nuestro camino para luego continuar su marcha. Esta es probablemente una de las ventajas de poder visitar el lugar un día poco frecuentado por multitudes.
El Hayedo de la Tejera Negra
La ruta termina de nuevo en el aparcamiento, tras bastantes metros de bajada, que te hace preguntarte en qué momento habías subido tanto. Durante el último tramo el paseo se da fuera de la vegetación sombría, rodeado de pequeños arbustos y algún que otro árbol.
No queríamos dejar de hablaros y recomendaros en estas fechas la visita a este lugar, o para los que no os pille cerca, a algún Hayedo. En nuestro blog de momento os hemos hablado de la Selva de Irati (Navarra), la Sierra del Rincón (Hayedo de Montejo pendiente de visitar), y ahora la Tejera Negra. Paisajes que están en pleno esplendor en el otoño, aunque otras estaciones, como la primavera, también están llenos encanto. Creemos que la visita a un Hayedo es una de las mejores formas para dar la bienvenida al otoño que nos acompaña, mientras nos enseña su cara más bella...
El Hayedo de la Tejera Negra
El otoño es una estación estupenda para descubrir nuevos lugares, cuando rescatas del armario los jerseys, los abrigos, impermeables o paraguas. Cuando sientes el placer de caminar sintiendo el frescor en la cara. Es el momento de acercarse a los pueblos perfumados de leña, de disfrutar las largas sobremesas alrededor de un foco de calor tras una comida contundente, de las caminatas con el sonido del crujir de las hojas bajo nuestros pies, de los paisajes multicolores, románticos y nostálgicos. El momento en el que mientras nosotros nos vestimos, la naturaleza se desnuda... 
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El Hayedo de la Tejera Negra
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