Revista Espiritualidad
Otoño es ocre. Sentir como caen tus rayos sobre mis ojos, es ver el crecer del árbol de toda la vida.
Arqueas tierra. Mirarse. Ponerse de boca abajo. Caricia de raíces. Las leves hojas destiñen realidad, los mil colores, sonrisa invisible.
Despuntas de estas, mis terminaciones nerviosas, más sensitivas que nunca. Te cuelas magia de los boquiabiertos, contagias calma y luz de cada día.
Te cansas dando paso a esa ceniza oscura, todo lo cubre y con la que comienza el reino, bello húmedos besos.
Otoño es ocre y tú sol de poniente naranja ciega que marca mi vía.
Chema García