Cuello de tortuga es una palabra espantosa, ya lo se, pero realmente no tengo idea si existe una palabras mas cool que no suene tan vieja horrible con olor a pucho.
Saben que no soy fan del invierno ni de la ropa de invierno pero tengo mis musts, entre ellos el mas importante: me gusta ir con pocas capas de ropa. No comprendo ni un poco a las personas que se ponen musculosa + camisa + sweater + campera + saco. Yo soy más bien la que se pone una camiseta y un jean, y arriba el abrigo mas grande del mundo. El broche de oro para mi ligereza de ropa, y parte crucial de mis outfits para no morir de neumonia son las bufandas. Gigantes, abrigadas, de colores, lisas, todas todas las bufandas/pashminas del mundo tienen que ser mías. Mi cajón de accesorios para el cuello es mas grande que el de la ropa interior. No es sorpresa que haya caído perdida en una de las tendencias mas vistas en las calles de Paris, Milan, NY y Londres: turtlenecks. Ya tengo el perfecto sweater color crema con el cuello mas gordito del mundo esperando que llegue el frío para salvarme de la angina. Díganme por favor que no me estoy convirtiendo en esas personas que se ponen prendas horribles solo porque son tendencia.