El pasado jueves en el Parlamento, aprobamos una Proposición No de Ley, en la que instábamos al Gobierno Vasco a apoyar proyectos de banca ética.
Lo se, parece una contradictio in terminis, como aquella de la misión militar de paz, pero no, hay proyectos de banca por el mundo que han decidido hacer las cosas de otra manera.
No deja de ser un banco, presta dinero y pretende recuperarlo con intereses, pero hay una serie de características que la hacen diferente:
1.- Se constituyen a partir de movimientos asociativos, cooperativos o de plataformas sociales, orientando sus decisiones hacia actuaciones que puedan generar un impacto social positivo, a diferencia de las entidades que se centran en el criterio de máximo beneficio económico.
2.-Se distingue de la banca convencional en la naturaleza social de los proyectos que financia, en el filtro ético de las empresas en las que invierte y en la transparencia de sus acciones. Los bancos éticos rechazan el invertir en empresas relacionadas con el tráfico de armas, la explotación laboral, la energía nuclear o la destrucción del medio ambiente.
3.-Comercializan instrumentos financieros no tradicionales, como fondos de inversión éticos o los cada vez más generalizados microcréditos. Los fondos éticos se caracterizan normalmente por preseleccionar sus inversiones en proyectos social o medioambientalmente sostenibles. Los microcréditos se desarrollan sobre todo para posibilitar el acceso al autoempleo de personas que se encuentran excluidas del sistema de crédito tradicional.
4.-También se ocupan de ofrecer crédito a entidades del tercer sector que, debido a las particularidades de su funcionamiento y a lo irregular de sus rendimientos económicos, encuentran importantes dificultades para acceder al crédito convencional.
Fue un debate diferente, bonito, y cómo no, el único que se quedo fuera fue el PP.
Para acabar os dejo un link a Fiare, la banca ética de Euskadi. http://www.fiare.org