Mientras en un democracia el debate y las elecciones es la forma de dirimir diferencias y otorgar el mandato del pueblo el inventado nacionalismo palestino recurre a la violencia par ello.
Ser miembro de Fatah en Gaza es una profesión de alto riesgo últimamente.
Puede dar fe de ello el miembro de Fatah, Abdul Wahid, que ha visto como su casa ha sido completamente destruida por una bomba destinada a él.
Otra bomba explotó hace 10 días en la casa de otro líder del movimiento Fatah, Nayef Khuytr.
Fuente. Palpress