Revista Cultura y Ocio
Hoy 14 de marzo de 2014 es un día importante para mí, que sin embargo se parecerá mucho al de ayer, e idealmente a todos los del resto del mes salvo los lunes que descanso. Hoy reestreno Viva Madrid en Los teatros del Canal. Se trata de una Antología de zarzuela madrileña concebida y dirigida por mi amigo Jaime Martorell, que debutáramos allá por el 2006 ante docemil personas en el palacio de los deportes de la capital, y su emisión correspondiente por Telemadrid.El espectáculo es bueno, los números desfilan bien escogidos e interpretados por el coro y orquesta de la Comunidad de Madrid y muy buenos solistas entre los que me incluyo. Jaime diseñó el papel para mí, no es algo que ocurra con frecuencia. Mis números no son los de mayor lucimiento ni dificultad vocal, pero mi cometido conviene como contrapunto cómico y como excusa y enlace, por momentos, de todos los otros… Seguramente si se suprimiese tampoco pasaría nada, pero no es algo que convenga decir muy alto.Me viene Dios a ver con este buen contrato en un momento tan delicado. He enfocado el proyecto con ilusiones renovadas y confío en estar más que a la altura si todo se produce como indican los ensayos. Apetece, porque conviene, repetir esto y otras cosas varias veces para encontrar más y más detalles, afianzar unas cosas, desechar otras y llegar idealmente a concretar una actuación intensa y consciente dentro de las posibilidades que uno tiene.
¿Cómo hacer para continuar trabajando en teatros y producciones como esta? Estudiar y audicionar con determinación y fe en uno mismo. Miro, sobre todo escucho, con envidia a mis compañeros de reparto cantando esas romanzas que pruebo en casa con frecuencia: De este apacible rincón de Madrid, Por el humo se sabe donde esta el fuego… Cada día me convenzo más de que hay que nacer para cantarlas o aprender una técnica vocal, que es lo mas parecido al santo grial, de maestros que han de explicarte como funciona un instrumento que no ves, del que solo se contempla el resultado, tan distinto sin embargo para el que canta que es el único que oye su voz desde dentro… No sé si os hacéis una idea del número de teorías de la respiración y la emisión del sonido que existen, parecidas entre sí tan solo en su intangibilidad.Soy impaciente, me desespero con facilidad si el resultado no aparece pronto, si ademas en el proceso te desgañitas y comienzas a cantar mal lo que se te daba bien desde un principio. Yo quería cuando empezaba ser uno de esos tenores y no lo soy. Soy al parecer otra cosa; un artista con estilo propio, sensible y susceptible hasta la náusea. Este mes son características que cotizan, el mes que viene ya veremos…