Otra de dragones.

Mi pequeño “dragón” a la salida de la película.

Hay que ver cómo da de sí esto de tener un blog, y encima nos sirve para ver cómo pasa el tiempo y ver cómo vamos evolucionando a lo largo del mismo, tanto en nuestra forma de vivir, como en nuestra forma de reflexionar, como en nuestra forma de escribir estas entradas.

Hace ya unos cuantos años, allá por abril de 2010 (cuando mi actividad bloguera era la de un bebé en pañales con dos mesecitos de edad) escribimos “Una de dragones” con las reflexiones que nos provocó la película “Como entrenar a mi dragón”.

Curiosamente, el pasado lunes volví a ir con el #spiderboy a ver la segunda parte de dicha película; cuatro años después, cuatro años más viejos, cuatro años más sabios, cuatro años más de compartir pantallas juntos.

Aunque en esta ocasión, la película no se centra tanto en los valores de liderazgo, innovación y trabajo en equipo que resaltábamos en la primera entrega, sí que nos permite conocer una visión más profunda de los vínculos familiares y el conocer nuestro pasado para entender nuestro presente y prepararnos mejor para el futuro.

Y un mensaje fundamental:

UN JEFE DEBE PROTEGER A SU GENTE.

Cuántos de nuestros jefes se han olvidado de esa parte y dedican parte de su jornada y de la nuestra en proteger sus propios sillones, sin importarles lo que ocurra con el resto de las personas de la organización.

Con esta reflexión nos despedimos, que por fin, y parecía que no iba a llegar nunca este momento, cuando hoy termine nuestra jornada laboral, comenzarán nuestras tan merecidas y necesitadas vacaciones!

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