Otra en diferido

Allá por los años sesenta del pasado siglo, con una tele en blanco y negro, mono-canal, el hombre del tiempo era el mítico Mariano Medina, lo que decía iba a misa. Las técnicas predictivas eran las que eran, antes de poblar el espacio de satélites con imágenes de alta resolución. Ante esto, una de sus predicciones favoritas era “riesgo de chubascos dispersos de intensidad y duración variable”, que viene siendo algo así como “si llueve, llueve, y si no llueve no llueve, yo aviso”. Lo curioso es que si el riesgo se materializaba y te pillaba una tromba de cuatro horas no podías quitarle la razón, nada de cabrearte con él. Si te “torrabas” al sol también acertaba. Para mi es una frase de plena actualidad, que se puede extrapolar a diferentes ámbitos. Es el lenguaje político de nuestros días. No digo nada pero lo digo, por si acaso. El lenguaje seco y estéril, de los que nunca se mojan (pero acaban empapados).

Me acordé de Mariano (el del tiempo, de Rajoy me acuerdo todos los días y mi vientre lo agradece) tras las declaraciones de Rosa Díez (UPyD) con respecto al vergonzoso asunto de los fondos de pensiones de los euro parlamentarios, ese en el que nosotros ponemos dos euros y los “eurojetas” uno. También me vino a la memoria la “cospe”, que bien podría ganarse la vida en el club de la comedia. Hay palabras que la derecha debería quitar de su diccionario, como “diferido”, que tantos sarpullidos genera, aunque me lo pasé bomba cuando Cospedal se marcó un chotis, por chulapa, con ese término que se convirtió en choteo, en un canto al desvarío que nos gobierna. Y va la Rosa y se nos ahoga en un charco parecido, hasta en eso compite, en el “humor”. Me temo que esta chica ganará las elecciones cuando sean en diferido. Se pinchó con sus espinas.

Comparece ante los medios su señoría y en un lapsus (no puede ser otra cosa) se retrata: “Hay una cotización diferida”. Me da igual lo que siga porque esta palabra es casi un sinónimo de mala conciencia, pero dándole otra oportunidad sigue erre que erre: “los fondos de pensiones también se pagan diferidamente los impuestos”, y eso que reconoce no tener muy claro cómo se gestionan. Un eurodiputado de CiU entre 2004 y 2009 aseguró “que cualquiera con un mínimo de responsabilidad sabía que el fondo lo gestionaba una Sicav” y a ti solo se te ocurre responder ante eso “igual es que yo soy tonta y el señor Guardans es mucho más listo que yo”. Igual, Rosa, igual. “Pero por qué no te callas”, como los cínicos de tus colegas sin vergüenzas en diferido ni en directo, aun salen mejor parados (hay que joderse) con el silencio que con explicaciones. Hay conductas que no se explican ni hablando ni callando, solo dimitiendo, como hizo Willy Meyer, y eso escuece tanto a los cobardes…Hija, no te preocupes, que ya sabemos que es legal, tanto como desahuciar a un niño de tres semanas, pero ambas cosa tan poco estéticas… Miserables.

Artículo relacionado: “La mentira absoluta”