Las caras de los enfermos son muy variadas, la experiencia te da el conocimiento de reconocerlas, lo malo de ello es que en ocasiones ves caras de enfermedad en todos sitios, aunque algunas de ellas son sólo de circunstancias vitales.
El reconocimiento de los rostros asociados a enfermedades es una gran herramienta en medicina, sin otras pruebas complementarias orientándonos de entrada hacia un diagnóstico certero, otras veces nos dice el estado de ánimo en que se encuentra nuestro paciente, si está afectado por un dolor, incluso nos guía sobre la ausencia de vida e incluso de la proximidad de la muerte y hasta podemos adivinar el excelente estado de salud a través de la observación de su fisionomía.Podemos reconocer muchos tipos de semblantes según la experiencia de cada uno de nosotros, aunque esta capacidad diagnóstica además se puede desarrollar y aprender y tal vez durante el aprendizaje de la medicina debiera existir una asignatura monográfica de la enfermedad y su reflejo en la cara del paciente y no sólo capítulos solitarios en libros de semiología médica.Dentro de las múltiples caras que se me vienen a la mente quizás la que reconocemos todos aún sin necesidad de ser sanitario es la cara de sueño: nos indica que la persona acaba de despertarse de un largo sueño o que está a punto de entrar en él, o la cara de cansado es una cara parecida a la anterior pero un rictus más acentuado o la cara de agobio si el que la tiene está estresado.La cara de felicidad o de tristeza, hacen referencia al estado de ánimo de la persona, al igual que la cara de preocupación o la cara de sorpresa, la cara de "cachondeo" (como decimos por el sur) indicando que su portador está en situación de "juerga" o de fiesta, cara de enfadado o cara de tranquilidad, cara de impaciente y la cara de miedo.Hay otros semblantes que hacen referencia a la edad de el individuo, cara de niño o cara de viejo, o al sexo del sujeto cara de hombre o mujer, o incluso al peso del individuo cara rellena o cara enjuta, o al estado higiénico cara sucia o cara impecableAlgunos llegan a adivinar mediante el rostro la cara de listo o cara de tonto, la cara de interés o la cara de despistado.Adentrándonos un poco más de referencia a las caras en medicina, sin desligarlas de las anteriores que también nos pueden orientar a diagnósticos concretos, se me vienen a la memoria la cara de "borracho" (enrojecida, pletórica, telangiectásica) que los más avezados pueden distinguir entre la cara de consumo crónico de alcohol o si es una intoxicación aguda, la cara de adicto a drogas ilegales o la cara por intoxicación de monóxido de carbono (una coloración rosada de piel con aspecto de vitalidad).
Si la cara revela alguna alteración o enfermedad del organismo se le denomina facies y en seguida a los médicos se nos viene a la memoria la facies hipocrática que es el aspecto característico que presentan generalmente las facciones del enfermo próximo a la agoníaLa cara pálida es la cara a la que todos se refieren cuando una persona está enferma, es la pérdida de la coloración normal de la piel, suele reflejar anemia. La facies pletórica es una cara enrojecida, al igual que la facies febril también enrojecida. La facies cianótica tiene un color azulado de labios y nariz se aprecia en bronconeumopatías crónicas y en situaciones de insuficiencia cardíaca derecha y en general en situaciones de bajo nivel de oxígeno en sangre, la facies ictérica le da un color amarillo por aumento de la bilirrubina se da en situaciones de obstrucción de las vías biliares, la facies urémica en pacientes con insuficiencia renal crónica de un color pálido amarillenta y algo inflamada.
Hay caras que todos reconocemos la cara de luna llena o cushingoide del enfermo de Cushing o con un tratamiento prolongado de corticoides, la cara del hipertiroidismo con los característicos exoftalmos (ojos un poco salidos de la cuenca ocular), o la cara inexpresiva del paciente afecto de párkinson, o la facies mongólica de los que tiene síndrome de Down. O la facies de la parálisis facial periférica (de Bell con su signo correspondiente), difícil de distinguir sólo si miramos a la cara de la facies de la parálisis facial central del ictus, facies acondroplásica los enfermos tienen la frente amplia y la nariz aplastada con la cabeza grande en relación al resto del cuerpo.
La facies de la rosácea, una enfermedad de la piel de la que seguro se han ocupado nuestros dermatólogos de la web, también otra enfermedad que afecta a la piel aunque no sólo a ella las facies lúpica es una erupción que afecta a la cara (pómulos y nariz) en forma de alas de mariposa. La facies atópica caracteriza al paciente alérgico, con los ojos llorosos y pequeños y doble pliegue en el párpado inferior (Dennie-Morgan), facies de la quinta enfermedad o eritema infeccioso.
Hay facies descritas en tratados de semiología médica que pocas veces se ven pero que se pueden llegar a observar si la enfermedad está avanzada como la facies hipotiroidea o mixedematosa apreciándose una cara abotigada sobre todo alrededor de los ojos y poco expresiva con cierta macroglosia (lengua grande), facies mitral se da en enfermos con estenosis mitral y presentan una rubicundez cianótica en mejillas, facies acromegálica en enfermos con hiperfunción hipofisaria crecen las partes blandas y óseas de la cara sobre todo la mandíbula dando un aspecto tosco, facies leonina aparece en la lepra, facies adissoniana que caracteriza a la enfermedad suprarrenal crónica con oscurecimiento de la piel.
Hay también caras de enfermedades poco frecuentes o denominadas raras la facies inexpresiva del síndrome de Moebius, facies miasténica, facies sardónica del tétanos.
Seguro que existen muchas más y cada uno tendrá experiencias previas de algún tipo de cara que ha visto y queda en su memoria, aunque la que está más de moda y más vemos en la actualidad son la cara que aparece en millones de fotos la "cara de morritos".
Médico Rural