Nuevos estudios demuestran la relación entre los refrescos y presión arterial elevada, además, ésta aumentará cuanto más tiempo sigas bebiéndolos.
La premisa
Los refrescos carbonatados se sabe que causan: diabetes, hiperactividad, dependencia a la cafeína, caries dentales, obesidad infantil, etc… eso sí, quitan de maravilla el oxido de los tornillos…
A parte de los problemas nombrados en la parte superior, un reciente estudio ha demostrado que las personas que ingieren más de una bebida de esta tipología al día, tienen una presión arterial más alta, y sigue elevandose según aumenta el consumo.
¿Qué es la presión arterial alta?
Las arterias son vasos sanguíneos que transportan sangre desde el corazón hacia el resto del cuerpo. Las arterias normales son lisas y flexibles, y la sangre fluye con facilidad a través de estas. Cuando la sangre se desplaza a través de las arterias, ejerce presión sobre las paredes de las arterias. Esto es la presión arterial.
La presión arterial alta (que también se llama hipertensión) se produce cuando la sangre se desplaza a través de las arterias a una presión más alta que lo normal.
La investigación
Los investigadores del Imperial College de Londres analizaron la dieta de casi 2.700 personas en EE.UU. y el Reino Unido.
Los participantes informaron de lo que habían comido y bebido durante cuatro días. Los investigadores también recogieron muestras de orina de los sujetos, así como tomaron lecturas de sus presiones arteriales durante dos ciclos de 24 horas.
Los resultados
Los participantes que bebieron más de una lata al día (33 cl) de bebidas azucaradas con gas tenían mayor presión arterial. La presión arterial aumentó en 1,6 mm Hg en el lado de presión sistólica (la presión cuando el corazón se contrae) y de 0,8 mm Hg en el lado de la diastólica (la presión cuando el corazón se relaja). Los pacientes que más cantidad bebieron fueron las que la tenían más elevada.
También averiguaron a través de las pruebas que las personas que consumieron más de una bebida azucarada al día consumieron una media de 400 calorías más que los sujetos que no lo hicieron. Es más, en su dieta era habitual que hubiera una falta de nutrientes esenciales como el potasio, el magnesio y el calcio.
Aunque estudios previos han sugerido que los azúcares (de todas las fuentes) pueden ser malos para la presión arterial, los investigadores se sorprendieron al ver la asociación existente entre las bebidas azucaradas y la presión arterial en aquellos pacientes que consumieron mas sal. Lo cual nos sugiere que controlando la cantidad de sal y bebidas que consumimos, es una forma excelente de contralar nuestra presión.
El estudio también demostró que estos problemas eran aplicables a las bebidas “light”. Las bebidas dietéticas son esencialmente lo mismo, aparte de la sustitución del azúcar por lo general por jarabe de maíz alto en fructosa o sacarosa con edulcorantes no calóricos.
La lección
Consideramos que lo ideal es olvidarse de este tipo de bebida ya que no reporta ningún beneficio real a nuestro cuerpo. Pero si es absolutamente imprescindible su consumo, os sugerimos que el consumo no sea superior a 3 latas por semana.
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