- Intelectuales de todo el mundo, se preguntan en Foros Sociales sobre las causas y posibles remedios a la despoblación del mundo rural.
Recojo las impresiones que se suscitan en el segundo encuentro que lidera el profesor Francisco Burillo en la localidad soriana de Fuentes de Magaña, donde intervinieron cineastas, escritores y autoridades de aquella provincia que se presenta como uno de los puntos más castigados de ese fenómeno que conocemos como despoblación, pero que afecta al mundo entero.
De hecho, la Serranía Celtibérica, un territorio abocado a la desaparición por la tasa de envejecimiento y los índices de natalidad más baja, comparte con la zona Ártica de los Países Escandinavos la mayor despoblación de la Unión Europea, que es aún más crítica -según expuso el profesor- que la de Laponia, donde se dan unas condiciones climatológicas durísimas.
Lo que tratamos aquí y allí desde hace ya unas décadas es fijar población y es loable, yo al menos así lo entiendo, buscar una respuesta, mover a la población, motivar a mucha gente que no le importaría un cambio en su vida, siempre que se surtan estos lugares de recursos, lo que viene a ser el pez que se muerde la cola, porque las ayudas (tener menos de 8 hab/km2, zona rural de montaña y remota), llegan cuando ya es muy difícil la recuperación de tantos pequeños y remotos lugares donde en otro tiempo comenzó la repoblación.
Yo suelo poner un ejemplo ilustrativo, en el que deja mucho que desear la participación en esa lucha de la gente que vive en estos pueblos. Ahora mismo en la escuela de San Salvador hay cinco niños. Algunos padres de aquí y de los pueblos cercanos a este ayuntamiento llevan a sus hijos a la escuela de Cervera, lo que propiciará en una fecha próxima, el cierre definitivo de la misma. En eso que se ha denominado "genocidio silencioso" hay muchas puertas cerradas, a veces las cerramos nosotros mismos, y se hace muy difícil recuperar zonas rurales, cuando el ocio, la sanidad, la educación y tantas otras cosas que nos mueven a diario, se encuentran a manos llenas en las ciudades.