Con el objetivo de evitar la concentración creciente en las ciudades, lo que se calcula que ronda ya el 80%, en los países nórdicos se subvenciona a quienes viven y trabajan en el mundo rural.
Entre las propuestas que se suscitan en el Foro de Soria se encuentran, entre otras, aquellas que suelo ir apuntando en este rincón:
- Infraestructuras:
una carretera sin muchos lujos, pero en unas buenas condiciones que nos permita la comunicación con otros pueblos y el acceso a los servicios.
- Que las ayudan vengan directamente, no a través de intermediarios.
- Que llegue la banda ancha en las comunicaciones, lo que permita el trabajo desde casa.
Es curioso que las empresas de telefonía utilicen nuestros montes para colocar sus antenas y muchos de los pueblos no tengan cobertura.
- Que se promocionen a nivel nacional los recursos turísticos y gastronómicos.
Antonio Arrufat, que es Senador del PSOE por Teruel, otra de las provincias castigadas, impulsó el pasado año una moción que fue aprobada de forma unánime por el Pleno de la Cámara Alta, afirmando que "la despoblación rural es un asunto de Estado" y que el Gobierno debe tomar medidas urgentes para atajarlo.
Estamos de acuerdo, pero como ya expuse en anteriores entradas, y a la vista de lo que viene sucediendo con las importantes ayudas que se dieron para la embotelladora, y otras que por esos mismos motivos de sensibilidad se están haciendo efectivas en otros pueblos, interesa que se haga un seguimiento o que, quienes aportaron el dinero que implicaba 10 ó 15 puestos de trabajo para personas de los pueblos cercanos, medien para encontrar una solución y hacer que un agua de tan buenas cualidades como la de Lebanza sea rentable, que no me cabe duda que puede serlo.
Para mi hay un problema fundamental al que ya me he referido desde los principios. Quienes hacen las leyes, quienes distribuyen el dinero para el arreglo de las carreteras, se encuentran a muchos kilómetros de distancia, todo lo hacen desde lejos y así salen las cosas como salen.