Otra vez el cambio de hora

Último fin de semana de marzo, y cambio de hora. A las 2 de la mañana hay que adelantar los relojes hasta las 3, perdiendo una hora de juerga, de sueño, o de lo que sea. Una hora que se queda en el limbo hasta que en otoño volvamos al horario de invierno. Se habla de ahorro energético, de trastornos en el sueño, y por tanto, problemas de salud, de mil cosas que -y conste que no me gusta la wikipedia- en este artículo se pueden ver y servir para aclarar dudas: Horario de verano (Wikipedia). Lo que nos queda es cambiar la hora ya, irnos a la cama pensando que es una hora más tarde y levantarnos mañana un poco antes, con el sol algo más bajo todavía que de costumbre, y el lunes, cuando vayamos a trabajar, será de noche todavía. Pero durará poco, y las tardes serán más largas y agradables, saldremos del trabajo con el sol en todo lo alto y podremos salir a tomar unas cañitas, y en pocos días, a las terrazas...