Otra vez Fray Josepho

Mataron con derroche y con vesania
(antes, después y en plena Guerra Fría):
en Rusia, en Yugoslavia, en Rumanía,
lo mismo que en Letonia y en Lituania.

Mataron en el Este de Alemania,
mataron en Polonia y en Hungría.
Mataron en Camboya, en Etiopía,
en Chequia, en Eslovaquia y en Albania.

Y en Cuba, como en China y en Corea,
persiste, incluso hoy, la misma Idea
de despotismo ciego y homicida.

Las hambrunas, la cheka, el terrorismo…
Así es la historia atroz del comunismo
(que aquí se llama ahora Izquierda Unida).

La novia, o ex, que tanto da, del dictador coreano, saludó a Dios antes de tiempo ayudada por su antigua pareja, y por el delito imperdonable de la pornografía. Se conoce que Corea del Norte es un paraíso de las libertades que proporcionan los totalitarismos de izquierdas, al más puro estilo de la isla caribeña en la que Fidel Castro ostenta el difícilmente alcanzable record de gobernar cincuenta años consecutivos. El pueblo norcoreano se muere de hambre mientras sus dirigentes se enfrentan al mundo occidental con la temeridad del caniche que ladra a un pitbull, la democracia brilla por su ausencia y la riqueza del país se dilapida en material bélico que tampoco acaba de intimidar a un Obama más seguro de su ptencia que el pequeño país asiático. No quiero creer que Izquierda Unida defienda los valores de regímenes totalitarios, pero a sus simpatizantes y afiliados, se les escucha hablar con orgullo de Cuba y otros países de tal pelaje, en los que la libertad, hasta de expresión, es solo una utopía. Simpatizar con los palestinos queda bien, pero primero hay que olvidar que su ley manda ahorcar a los homosexuales, mientras en Corea del Norte se ejecuta a media docena de personas pordelinquir contra la moral colectiva por el asunto ese de la pornografía.