Revista Viajes

Otra vez mariposillas en el estómago

Por Bbecares

Ay esas mariposillas en el estómago que nos hacen sonreír constantemente y nos tienen en vela media noche con cierto nerviosismo, siempre pensando en lo mismo y que, a pesar del desvelo, te animan a levantarte con muchas ganas y energía. Y luego llega el día y no piensas en otra cosa y te cuesta prestar atención a otros aspectos de tu vida.

Otra vez mariposillas en el estómago

Foto hecha en Struga saltando en uno de esos ataques de felicidad que me daba el simple hecho de vivir en Macedonia

Son las mariposillas del amor, ¿no las reconocéis? Aunque yo ya voy a pensar que lo mío “no es amor, es una obsesión” como decían unos poetas que se hacían llamar ‘Aventura’. Lo mio es una obsesión por los viajes.

Ayer fui seleccionada para un seminario en Macedonia que empieza el próximo lunes. O sea que, resumiendo, será un viaje de un camino ya muchas veces recorrido, un camino que casi me sé de memoria, a un lugar que ya conozco (para el que no lo sepa, ya viví en Macedonia casi un año y para mí andar por allí no dista mucho de moverme por Asturias), para ir  a un seminario del que ya hice cientos, donde habrá gente que ya conozco y que vi hace tan sólo dos meses en otro seminario parecido al que fui y encima, ya desde España, no hago el trayecto sola, sino que también se viene uno de mis mejores amigos de toda la vida. Y vosotros os preguntaréis ¿Y por qué tantos nervios? Pues amigos, ni yo misma lo sé. Sólo sé que son las 6.10 de las mañana y que llevo media hora levantada tras otra media hora dando vueltas por la cama, después de haberme dormido tardísimo porque las putas mariposas del estómago estas no se callaban. Y todo esto, con mucha alegría.

La primera vez que hice un viaje fue con 17 años. Hace diez. Pues bien, os juro que cuando un tío me haga sentir durante 10 años seguidos estas mariposas tan petardas como si cada vez que lo viera fuera el primer día, será mi amor incondicional para siempre y para toda la vida. Y desde aquí os digo que si algún tío consigue esto, haré por él todo lo que quiera y más (si soy honesta, no confío mucho en que esto pueda pasar).

Porque yo puedo entender que mi amigo, el que se viene conmigo al seminario este, tenga nervios, porque nunca ha salido de España, no sabe idiomas, no sabe de qué van estos eventos, más que por lo que yo le cuento…. Pero apostaría a que él está durmiendo plácidamente y yo aquí, con unos nervios tontos como si fuera una primeriza.

Por un lado, pues me fastidia ‘ponerme tan tontita’ frente a cada uno de los viajes que tengo pero, por otro, me encanta la sensación de tener esta pasión incontrolada (que no la controlo) por lo que hago. Ay.

*Mención aparte merecen estos seminarios. Porque la gente siempre dice que qué suerte tengo pero esto es algo que está al alcance de todos y que nos financia la Comisión Europea mediante el mejor programa jamás inventado por los políticos estos de Bruselas. Un día, con más paciencia, os contaré de qué va y cómo participar.


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