Revista Cultura y Ocio

Otra vez no, por dios

Por Antoniobarba
Otra vez no, por dios

Ya están aquí….

" data-orig-size="500,354" sizes="(max-width: 188px) 100vw, 188px" data-image-title="Ya están aquí…." data-orig-file="https://faktuna.files.wordpress.com/2018/02/16233-4022932.jpg?w=188&h;=133" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" width="188" data-medium-file="https://faktuna.files.wordpress.com/2018/02/16233-4022932.jpg?w=188&h;=133?w=300" data-permalink="https://faktuna.com/2018/02/12/otra-vez-no-por-dios/16233-4022932/" alt="Ya están aquí...." height="133" srcset="https://faktuna.files.wordpress.com/2018/02/16233-4022932.jpg?w=188&h;=133 188w, https://faktuna.files.wordpress.com/2018/02/16233-4022932.jpg?w=376&h;=266 376w, https://faktuna.files.wordpress.com/2018/02/16233-4022932.jpg?w=150&h;=106 150w, https://faktuna.files.wordpress.com/2018/02/16233-4022932.jpg?w=300&h;=212 300w" class=" wp-image-7632" data-large-file="https://faktuna.files.wordpress.com/2018/02/16233-4022932.jpg?w=188&h;=133?w=500" />

Ya están aquí….

En la noche oscura en que nos sumió la crisis de hasta anteayer todo se pobló de grúas de construcción, de ladrillo y de ríos de dinero barato que nos ahogaron hasta la agonía. De aquella larga noche apenas si acabamos de despertar después de una cruenta factura de recortes, sacrificios y malestar. Y hoy, apenas pasados unos insignificantes años desde el erial en que se convirtió la economía, vuelven a verse, poco a poco, grúas campando a sus anchas, mientras que los bancos empiezan a aflojar el grifo del crédito con ofertas de toda clase. El precio de la vivienda se encarece sin control alguno y los alquileres empiezan a subir otra vez hasta cotas indecentes. ¿Es que no aprendemos nada en este país? Todo indica que estamos abocados a un segundo ladrillazo y que, cuando se pase la borrachera, los cascotes volverán a caer sobre las cabezas de los que menos tienen si nadie lo remedia. Los poderes públicos deberían velar porque la codicia que anida en el interior del ser humano no vuelva a llevarnos a una noche de pesadilla. Otra vez no, por dios.


Volver a la Portada de Logo Paperblog