Cuando compramos objetos de segunda mano en ferias, tiendas y mercadillos, junto al vértigo inicial de haber adquirido algo, surgen otras sensaciones inevitables para nosotras, al pensar o imaginar la vida anterior de nuestras nuevas posesiones. Hemos hecho un recorrido por esos objetos que habitan en nuestras casas, con historias que contar...
¿Cómo sería el hogar que nuestro frutero decoraría antes?
¿Qué arquitecto, inglés por más señas, tomaría medidas con esta cinta métrica?
¿ A qué dueño miraría, así de embelesado, nuestro nuevo caniche?
¿Que tesoros encerraría esta pequeña estantería?
¿Habrá escuchado este teléfono, venido de Argentina, bonitas palabras de amor?
¿Cuántas damiselas se habrán acicalado al dictado de este manual?
¿Qué contendría esta duamajuana y dónde estaría situada antes de encontrar su perfecta ubicación bajo nuestro auxiliar?
Todo un mundo de preguntas, sensaciones y emociones que invaden nuestra imaginación al reparar en estos objetos que, por un guiño del destino, forman ahora parte de nuestra cotidianidad.
Y con esta entrada queremos participar en la convocatoria que todos los lunes hace nuestra amiga bloguera Anna Llansa, y que ella ha titulado "Lunes Vintage-De todo un poco".