Hay situaciones en las que no encontramos como en un callejón sin salida. No vemos la solución a nuestros problemas y esta misma situación es para nosotros otro problema porque es posible que creamos que podemos, ¡qué debemos!, salir airosos de todas los conflictos que nos ofrece la vida.
Esta creencia errónea nos produce sufrimiento que incrementa el producido por la situación real. Tenemos que asumir que no somos capaces de superar todo. Esto implica reconocer que somos humanos, que no somos omnipotentes y por lo tanto ante determinadas situaciones lo único que nos queda es la aceptación, pedir ayuda a un Ser Superior, y dejar de darle vueltas. La solución vendrá por sí sola.
Toda situación se puede soportar y el ser humano puede mucho más de lo que él cree como se demuestra continuamente. Es nuestra mente la que nos dice que no podemos. Hay que parar este soliloquio mental, quedarse en silencio interior, y así un día tras otro.
La solución vendrá o tal vez nos daremos cuenta de que no la necesitamos.