Otro agujero de la Iglesia

Caja Sur, una caja de ahorros donde la Iglesia Católica tenía trámite el Cabildo y su entrono, mayoría absoluta en el Consejo de Administración, y ha decidido no fusionarse con Unicaja, la caja de ahorros andaluza más importante.

Ha preferido que la Caja sea intervenida por Papá Estado. Y es que la Iglesia sabe dónde debe de estar. En Unicaja no tendrían apenas influencia y pasarían al anonimato. Sin embargo, ellos saben lo bueno que es Papá Estado y lo bien que les tratan. Así es que de momento, puesto que estamos en una situación de esplendor económico por todos conocido, van a sacarle al Estado 600 millones de euros, que sanee la entidad y a ver si luego vuelven a pelear por ella.

La gestión ha sido compartida, pero la mayoría del consejo de administración, que es su máximo responsable, la tiene la Iglesia y su entorno, quienes han votado en contra de la fusión que hubiera ahorrado el dinero al erario público y hubiera supuesto un acuerdo bastante razonable, en una entidad que ha tenido una gestión desastrosa, que perdía cada mes 40 millones de euros, y cuya situación era insostenible.

Pero claro a la Iglesia le importa un pito si esto cuesta más o menos dinero, sobre todo porque no es dinero suyo. El caso es poder optar a seguir teniendo poder, si le dejan –que viendo el trato del gobierno con la Iglesia no me extrañaría que pugnaran, otra vez, después de haberse inyectado el dinero y saneado sus cuentas—, y la verdad no es de extrañar, la Iglesia es uno de los estamentos a los que la tijera del gobierno ha respetado totalmente, sin tocarle un euro. Por lo tanto, es lógico pensar que también de ésta les va a sacar Papá Estado con el dinero de todos, que para eso lo tiene, para pagar sus desaguisados. Y los empleados, que con la opción de la fusión con Unicaja estaban casi salvados, pues de los 3000 sólo 400 sobrarían, pero se irían de forma voluntaria o con jubilaciones anticipadas. Ahora todos corren el peligro de perder su puesto de trabajo, de acuerdo con lo que el Banco de España decida hacer con Caja Sur.

En fin, otro gol de la Iglesia a este Estado papanatas y chupacirios que no hace sino poner la otra mejilla con una institución que se pasea por la crisis sin sentirla y aprovechándose de ella, con un descaro impropio de un Estado aconfesional, al menos eso dice la Constitución.

Mientras tanto, el señorito Arenas, ya saben, el jefe pepero andaluz, como no podía ser de otra manera, echando la culpa de la situación al gobierno. El señoritingo Arenas olvida que han sido sus amigos, el obispo de Córdoba y camarilla, los máximos responsables que han llevado a la ruina a esta caja. El gobierno lo que hace es soportar y ayudar a esta Iglesia manirrota. Esa Iglesia que le encanta jugar a la Bolsa para ganarse el cielo a costa del erario público, que le proporciona los recursos suficientes para hacer negocios tan gloriosos y celestiales como lo fue Gescartera o ahora Caja Sur.

Salud y República