Frankz Beckenbauer: "En la Fifa y en la Uefa quien decide es un español".
El otro jodido día, no tuve tiempo de escribir que al Madrid le tocaba el Borusia, por cojones. ¿Por qué, por qué, por qué?-como diría el Mourinho. Porque al Madrid siempre, siempre, siempre, desde los tiempos del ínclito Saporta, el hijo adoptivo de Bernabeu, la mano derecha de Franco, siempre le ha tocado el más flojo de todos los equipos que entran en el bombo. Y los cínicos hijos de la gran puta dirán que es cosa de la suerte. Pero entonces llegan los jodidos filósofos y te demuestran que la suerte no existe, coño. ¿Por qué desde aquellos lejanísimos tiempos, tan lejanos que ya sólo quedamos 4 jodidos gatos capaces de recordarlo, se asegura que el RM manipula los sorteros de Champions? Raimundo Saporta, el hijo putativo de Bernabéu, el viejo patriarca al que yo conocí en su retiro de Santapola y que me habló con esa falsa modestia de todos los grandes hipócritas, afirmando que él sólo había sido un pobre aldeano con suerte, era mucho más sincero, algunos quizá prefieran llamarlo cínico y dejó que prosperara el rumor de que el Madrid falseaba todos los sorteos teniendo su bola, la suya, la del Madrid, metida en el congelador toda la noche anterior de tal manera que luego, al día siguiente, no había puta forma de que se descongelara y era demasiado fácil cogerla del bombo en el momento oportuno para el Real de los madriles. Tan cínico como toda esa inmensa retahíla de canallescos periodistas que hacen como que no saben que, en este asqueroso mundo, todo gira alrededor, todo se somete de buen o mal grado, al jodido poder porque, si no lo hace, se paga luego un precio inmenso por ello. Esto es tan así que hasta los niños de teta, de mala teta, lo saben de modo que sólo los peores de todos los cínicos hijos de la gran puta se atreven a escribir sin que, luego, se les caiga la cara al suelo de puñetera vergüenza, que el poder futbolístico va contra corriente, si serán cínicos, ¿cómo iba a hacerlo, sabiendo que no duraría ni un sólo minuto más en su puesto, si no remara a favor de la canallesca corriente? O sea que yo no necesito que venga un tío honrado, de los pocos que hay porque no necesita a nadie ni nada para ser uno de los 4 inmortales, y me diga, de esa manera un tanto velada, que el que manda hoy, como otros mandaron, no hace tanto tiempo también, en todo el puñetero fútbol mundial es español y que ése ha decidido ya hace mucho, desde el puñetero principio, que esta Champion la ganaba el Madrid, porque detrás de él no hay, como sucede en Alemania con el Bayern, un simple club de fútbol sino todo el jodido poder del mundo, ese mismo poder que ha hecho que la mayor de todas las empresas de construcción de Alemania, Hochtieb, no sea ya más que una simple filial de ACS, la empresa del Ser Superior. Y contra eso, Beckenbauer lo sabe aún mejor que yo, no sólo no se puede luchar sino tan siquiera apuntarlo porque a lo peor te ocurre algo no precisamente muy bueno, porque la oscuras fuerzas que se ocultan detrás del mejor equipo de la historia no perdonan nunca ya que se trata siempre de dar el mejor de todos los escarmientos para que nadie diga nunca nada en su contra. Es por eso que, cuando el otro día, leí que la UE había abierto una investigación sobre las oscurísimas finanzas del RM no me lo creí, pensé que era una equivocación de las agencias, porque el poder no consentirá nunca que se hurgue en sus podridas entrañas y tiene en su mano todos los recursos necesarios para impedirlo. De modo que a todo lo demás que gente como Beckenbauer se atreve es a insinuar, tan levemente que los defensores del RM pueden incluso negar que él siquiera lo haya dicho, que se están haciendo todas la trampas necesarias, como siempre, para que el Madrid tenga todas las ventajas posibles en esta Champion, como siempre las tuvo, lo que ocurre es que, a veces, uno de esos elementos absolutamente incontrolables a los que hemos decidido denominar con el genérico nombre de “destino”, impiden que las más espesas tramas, por muy bien urdidas que estén, no alcancen sus propósitos.