Seguimos con noticias sobre lo que ocupa últimamente la actualidad nacional, esto es la corrupción de Bárcenas, Urdangarín y las declaraciones impresentables del PP. Pero hay vida más allá. Por desgracia, poco a poco, se van viendo las felonías de las medidas tomadas hasta ahora –¡ojo!, el 26 hay otra vuelta de tuerca—, así es que cuando se recortó la sanidad y la educación, nos quejamos pero esos recortes se sufren cada día más.
Listas de espera más largas, escuelas saturadas, sin profesores de apoyo o de sustitución, hoy son el pan nuestro de cada día. Y así en todas las medidas tomadas. Tendrían que reflexionar, cuando ven las previsiones desastrosas que el FMI, el BCE y otros entes predicen para España. Pero ellos, nada, a lo suyo. A esconder la cabeza y a insistir de forma goebbeliana que esto está ‘chupao’ y que vamos a salir de ésta a finales de este año. Ilusos no, simplemente mentirosos.
Pero es que hay otros temas dañinos que demuestran hasta qué punto esta gente ha gobernado al dictado de los poderosos. Por ejemplo, Báñez no tiene ni idea de derecho laboral y por supuesto no tiene ni pizca de sensibilidad, y ante esto, y que Europa pedía con urgencia una reforma laboral, ¿qué hizo?: dejar que fuera la CEOE quien la elaborara, aunque ella luego pusiera su firma en el BOE.
Porque si no no se explica la catástrofe que puede llegar el 8 de julio, con el tema de la ‘ultraactividad’ (prórroga automática de un convenio cuando ha terminado su vigencia y no se llega a acuerdos para uno nuevo). Pues bien, en la Reforma Laboral no sólo se bajaba alarmantemente la indemnización por despido o se precarizaba más el empleo. Eso siendo importante no ha sido lo único.
También se reducía a un año el tiempo máximo en el que se debe acordar un nuevo convenio. De tal forma que si en ese año no se renueva, los derechos recogidos en el convenio, por encima de la ley, quedan desactivados, dejando a los trabajadores en pelotas. Pues bien, ahora sabemos que el 8 de julio, de no remediarse, habrá 3000 convenios que afectan a cuatro millones de trabajadores que se quedarán sin los derechos que hoy tienen en su convenio.
Total, que ahora la ministra viene diciendo que es necesario ponerse de acuerdo, y naturalmente la CEOE –esa patronal tan ejemplar cuyo vicepresidente, Arturo Fernández, está imputado por pagar sin declarar a sus empleados y cuyo antiguo presidente, Díaz Ferrán, está en la cárcel por chorizo y lucrarse a costa de operaciones delictivas, además de dejar en la calle a miles de trabajadores— está haciéndose la loca, puesto que la mejor situación para los empresarios es que desaparezcan los derechos que los trabajadores tienen en su convenio, hoy todavía vigente.
Y es que la ministra pide hipócritamente que los empresarios renuncien a un derecho que ella con su reforma laboral les ha regalado. Así es que, de no remediarlo por una nueva ley o por acuerdos, serán muchos los trabajadores que se pueden encontrar sin convenio y con la desaparición de los derechos que tenían y que tanto esfuerzo y tiempo les ha costado conseguir.
Grave, muy grave, aunque no se le esté dando casi cobertura mediática, lo que puede ocurrir. Una más que deja a los trabajadores con el culo al aire, al albor de unos empresarios trogloditas e insaciables y de un gobierno que les apoya, aunque ello suponga peores condiciones y más paro.
¿Cómo es posible que una persona como la Sra. Báñez llegue a ministra? ¿Qué hemos hecho para merecer a esta mujer? Lo último, ayer mismo, ya saben, los jóvenes españoles no se van, no se les echa, lo que ocurre es que disfrutan de lo que ella llama “movilidad exterior” y que hay que verlo con naturalidad. ¡Vaya ministra!
Salud y República