No pedos en Harrods.
Una señora entra en Harrods. Se da una vuelta, ve un preciosos brazalete de diamantes y se acerca para darle un buen vistazo.
Cuando se inclina para verlo de cerca, de golpe suelta un pedo.
Azorada y nerviosa comprueba si alguien ha notado su pequeño desliz y reza para que ningún vendedor esté suficientemente cerca para haberlo notado.
Cuando se da la vuelta el corazón le da un vuelco al ver un vendedor justo detrás suyo.
Frio como el hielo el vendedor hace gala de todas las cualidades profesionales que uno puede esperar de un vendedor de Harrods
Con educación saluda a la señora.
“Buenos días señora. ¿En qué podemos ayudarla?.
Ruborizada e incómoda pero suponiendo que de alguna manera el vendedor no se ha percatado del pequeño “incidente” pregunta.
“¿Qué vale este brazalete?”
“Señora, si se pegó un pedo cuando lo vio, se va a cagar cuando le diga el precio”
Don’t Fart in Harrods …..
A lady walks into Harrods. She looks around, spots a beautiful diamond bracelet and walks over to inspect it.
As she bends over to look more closely, she unexpectedly farts.
Very embarrassed, she nervously looks to see if anyone noticed her little woops and prays that a sales person was not anywhere near.
As she turns around, her worst nightmare materialises in the form of a salesman standing right behind her.
Cool as a cucumber, he displays all of the qualities one would expect of a Harrods’ professional.
Politely he greets the lady with,
‘Good day, Madam. How may we help you today?’
Blushing and uncomfortable, but still hoping that the salesman somehow missed her little ‘incident’, she asks, ‘How much is this lovely bracelet?’
‘Madam – if you farted just looking at it – you’re going to shit yourself when I tell you the price!’
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