Revista Economía

Otro del amigo de leandre

Publicado el 18 febrero 2017 por Torrens

La CIA está seleccionando candidatos para asesinos. Después de todas las comprobaciones, entrevistas y pruebas quedan tres finalistas: dos hombres y una mujer. Los agentes de la CIA inician la prueba final. Llevan a uno de los candidatos masculinos hasta una gran puerta metálica y le entregan una pistola.

Queremos estar seguros que usted seguirá las instrucciones en cualquier circunstancia. Dentro de esta habitación está su esposa sentada en una silla. Mátela. El hombre dice “No puede ser verdad. Nunca podría dispararle a mi mujer” y el agente responde “Entonces usted no es la persona adecuada para este trabajo. Llévese a su esposa y váyanse a su casa”.

Al segundo hombre le dan las mismas instrucciones. Coge la pistola y entra en la habitación. Durante cinco minutos no se oye nada. El hombre sale finalmente de la habitación con lagrimas en los ojos “Lo he intentado, pero no puedo matar a mi mujer”. El agente le dice “Usted no tiene lo que precisa este trabajo. Llévese a su esposa y váyanse a su casa”.

Finalmente le toca el turno a la mujer. Le dan las mismas instrucciones: matar a su marido. Toma la pistola y entra en la habitación. Se oyen varios disparos, gritos y ruidos de golpes. A los pocos minutos se hace el silencio. La puerta se abre lentamente y aparece la mujer con la frente chorreando sudor. “La pistola era de fogueo” dice, “Lo he tenido que matar con la silla”.

The CIA had an opening for an assassin. After all the background checks,
interviews and testing were done, there were three finalists: two men and a
woman. For the final test, the CIA agents took one of the men to a large
metal door and handed him a gun.

“We must know that you will follow your instructions no matter what the
circumstances. Inside the room you will find your wife sitting in a chair.
Kill her.” The man said “You can’t be serious. I could never shoot my wife”.
The agent said, “Then you are not the right man for this job. Take your wife
and go home”.
The second man was given the same instructions. He took the gun and went
into the room. All was quiet for about five minutes. The man came out with
tears in his eyes, “I tried, but I can’t kill my wife.”
The agent said, “You don’t have what it takes, so take your wife and go
home.
“Finally, it was the woman’s turn. She was given the same instructions to
kill her husband. She took the gun and went into the room. Shots were heard
one after another. They heard screaming, crashing, and banging on the walls.
After a few minutes, all was quiet. The door opened slowly and there stood
the woman, wiping sweat from her brow.
“The gun was loaded with blanks” she said. “I had to kill him with the
chair. “


OTRO DEL AMIGO DE LEANDRE

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