Días redondos para la sociología barata. Prendes la tele y un tío medio borracho dedica el triunfo de esta noche a su padre, "que murió hace un mes". Glorioso. Otro mentecato vaticina un 1 a 0 a su favor, merced a un "penalti injusto en el último minuto". La pobre reportera reparte consignas hasta ser devorada por una pequeña masa de fanáticos. "Cuando se encienda la luz roja montáis la bulla". Algo así hacen los corresponsales de guerra en los países de tercera división, a riesgo de entregar una bandera equivocá a un niño muerto de hambre que, por supuesto, luce la camiseta de una multinacional del fútbol. Hoy se enfrentan, por enésima ocasión, en realidad lo hacen a diario, "dos culturas diferentes", dice un periódico serio medio en broma. Antes de pasar al tiempo y comprobar si la virgen de la cueva verá el choque en directo, informan sobre el estado de las carreteras camino del fútbol, apuntan que la estrella del palco será Shakira y analizan la situación socioeconómica del planeta: "Al carajo Japón, nos importa un pimiento la deuda externa, habrá primarias en el túnel de vestuarios, Rajoy echa la quiniela, Rubalcaba coge a un etarra que se dirigía a ver el partido, los penitentes no son tontos, sienten sus colores, como los concursantes, las fuentes fidedignas, los parados de larga duración, las camareras de turno cambiao, los bomberos enfundados en trajes de ibuprofeno.
En la antigüedad, cuando la fama se subastaba en blanco y negro, ya se producían encuentros "mediáticos" -maldita palabra que nos delata-. Observen a unos jovencitos Beatles rindiéndose a la fuerza bruta, y la verborrea, de Cassius Clay. Febrero de 1964 en Miami. Clay preparaba el asalto a su primer título de los pesos pesados. Los Beatles de Liverpool venían de golpear duro a la audiencia del Ed Sullivan Show, cuyo presentador, dicho sea de paso, se parecía una jartá al Peña de Cádiz, cuartetero inolvidable. Dicen que tras la sesión de fotos, el cachondeíto alcanzó grados sumos. "Ustedes no son tan tontos como yo pensaba", soltó el púgil a los artistas. "En cambio, tú si eres tan bobo como nosotros pensábamos", contestó Juan Lennon Juanito, al mentón. A lo tonto.