Revista Toros
Este principio de año está siendo muchísimo más tranquilo y relajado que los dos anteriores, ya que 2011 aún todavía no sabíamos por esta fecha cuándo sería la reapertura de la plaza de Priego y en 2012 hasta mediados de febrero, aún se estaban estudiando las ofertas presentadas para gestionar el coso de Las Canteras.Para romper este tedio y ante la ausencia de noticias sobre el futuro de Lucena, ya han sido varios los aficionados que se han dirigido a un servidor para informarse sobre el festejo que, según contrato, deberá ofrecer la empresa arrendataria de Priego en Semana Santa. Mi respuesta ha sido siempre la misma:“no tengo ni idea”.Ya comenté en su día que esta cláusula del contrato era un tanto “especial”, ya que si en septiembre se especifica claramente que la empresa tiene que programar, “una corrida de toros y otro festejo”, sobre Semana Santo únicamente se indica que se ofrecerá, “un festejo”, sin más explicaciones.De ahí las dudas que están surgiendo, ya que, a tenor del contrato, el próximo 30 de abril, e incluso el 31 si en Cabra o Lucena se programa algo fuerte, en Las Canteras se podría programar de casi todo, desde una suelta de vaquillas, a una novillada sin caballos o un festejo de rejones.Descartada esta última opción toda vez que nos llegan noticias de que en Cabra la empresa, la misma que la de Priego, anunciará en breve un “cartelazo” de rejones para el Sábado Santo, no sería muy descabellado que podamos presenciar una novillada con caballos, algo por otra parte que estaría más que justificado y que está haciendo muchísima falta en nuestra provincia, en la que contamos con un buen puñado de novilleros que están pidiendo a gritos una oportunidad ante sus paisanos, todo ello sin olvidarnos que en este escalafón, los festejos se están reduciendo en los últimos años de manera drástica.Por todo ello, no estaría mal que Priego apostara por una novillada con caballos, con una buena ganadería y un cartel atractivo, a ser posible con presencia cordobesa, y ya que estamos pidiendo, con alguno de los novilleros de la localidad.Pero claro, una cosa es pedir y otra la calculadora y los números que tiene que hacer la empresa, que ya le vio la orejas al lobo el pasado 3 de septiembre con una novillada en la que se registró una paupérrima entrada. Si para colmo tenemos en cuenta que la Seguridad Social y otros gastos imprescindibles, entre ellos el de la cuadra de caballos, son similares a los de una corrida de toros, que se “supone” puede tener más tirón, pues seguimos en las mismas.Así que metidos ya en febrero y para que el run run de los últimos inviernos no decaiga, seguiremos deshojando la margarita a la espera de nuevas noticias.