OTRO MANGAZO DE AGUATodo bajo control, parece ser que afirmó el Presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Pues nada más lejos de la realidad y a las imágenes me remito. Otro mangazo de agua y los políticos haciendo como hacen algo sin hacer nada, personándose y poniendo caras de preocupación; luego –otra imagen de esas cómodas- fongados en un sofá viendo planos y señalando pueblos, que ni sabían dónde estaban. Algunos de ellos se han enterado ahora dónde está Boquiñeni. El Ministro del Interior sobrevolando en helicóptero la zona anegada por las aguas del Ebro, un gastazo más y total para nada; seguro que la vista habrá sido buena, agua y agua. El Ebro campa por sus respetos y aquí desde hace decenios nadie hace nada. Ni soluciones ni acciones. ¡Qué vergüenza! ¡Pobres gentes! Y a los que no les afecta, quiero decir a los que nunca les entrará el agua en sus casas, haciendo fotos entusiasmados y diciendo con regocijo que semejante mangazo de agua es lo nunca visto. Si les entrara a todos estos que contemplan con estupor y entusiasmo el Ebro, en semejante circunstancias, no tendrían ganas de hacer fotos; más bien se acordarían de todos los políticos que cobran, se las llevan crudas y no hacen nada salvo echar la culpa a las leyes y a los ecologistas. Las leyes son para cumplirlas y la mayor parte de las veces para sufrirlas; para sufrirlas la ciudadanía, el pueblo.Yo no soy ingeniero ni entiendo, tampoco sé la historia de los ecologistas a quienes les achacan los males de las crecidas por no dragar el río. No me creo nada. En mi casa no me entra agua porque soy más del Gállego que del Ebro. Más bien creo que lo de dragar el río es cuestión de presupuesto, presupuesto del que no se dispone y así resulta más barato. Total, debe resultar más barato que se inunden los pueblos y las tierras a que se acometan obras, las obras necesarias para evitar la ruina de las familias afectadas por las crecidas. Por cierto… ¿Ha ido Luisa Fernanda a ver a pie de agua este desastre? Habrá valorado que las botas de pocero y el chubasquero no le favorecen, ese estilismo no es digno de ella. Estamos en vísperas de elecciones y una foto junto al siniestro no da votos. Bueno, estos no han hecho nada y los otros tampoco. Quiero decir que las inundaciones no tienen índole política, sino más bien de inútiles en la política.Estoy quemado, muy quemado. Y eso que en mi casa no entra el agua, tampoco llegan a las tierras de mi pueblo; pero me solidarizo con esta pobre gente que sufre las ríadas del Ebro. Que no se crean que nos engañan estos discapacitados en el poder, no es cuestión de leyes, no es cuestión de ecología, es cuestión de otra cosa… De sentido común, lógica y ganas. De vez en cuando pienso en más torcido y acierto de lleno. Me voy a explicar. Por ley también las graveras deben cumplir las leyes y a la hora de excavar y respetar los niveles freáticos no lo hacen. Pues yo les recomendaría a los ecologistas que se den una vuelta a la redonda y las inspeccionen a ver si cumplen la normativa. Y para que circulen los barquitos por el río, tampoco dudan en dragar el río con permiso del alcalde. Total para hacer el ridículo.Y por otro lado, ver este espectáculo de agua a todas caras, anualmente y varias veces; comprobar que la clase política multicolor no hace nada, que la Confederación tampoco, me hace pensar muy mal. Y pensando, pensando y situándome en tiempo y lugar, me hago una pregunta ¿No será esta forma de no resolver, de no hacer, una expropiación sin costes? Estos pueblos y estas gentes asentadas a las orillas de un río Ebro que se desborda anualmente provocando grandes daños y pérdidas, esta ruina constante sin levantar cabeza, me pregunto que si a esta pobre gente no le hará pensar en que es mejor abandonar e irse con los trastos a otra parte. No estoy retorciendo la hebra, ni mucho menos. Lo cierto es que este inmovilismo, este no hacer me mosquea. Si no dan soluciones, si no proponen alternativas, si no se llega a un acuerdo… El final será la desaparición de estos pueblos pegados al río, sin costes, por supuesto. Y la tragedia de fin de semana, también por supuesto, ha sido que el Real Zaragoza ha empatado en casa. Esa es la verdadera tragedia ciudadana.