No he tenido la suerte de presenciar este año ni uno sólo de los festejos que conformaban el abono cordobés, pero al menos, he seguido de cerca el desarrollo del ciclo gracias a las retransmisiones de RAI y a las crónicas de mis compañeros Rafael de la Haba, Chila López y Salvador Giménez. El domingo en sus distintos medios, todos fueron rotundos, no pudieron ocultar lo que sintieron el sábado con la histórica faena de José Luis Moreno y Juan Ramón Romero, en Los Toros, de Canal Sur, nos deleitó a todos con la entrevista que hizo al Maestro, sí, con Mayúsculas.
Pero cual sería nuestra sorpresa cuando, la pasada semana, los señores del jurado del Trofeo Manolote lo declaran desierto. ¿Cómo?. ¡¡No me lo puedo creer!!. Otra vez, y ya van dos, después de la afrenta del pasado año, José Luis Moreno se queda sin un reconocimiento más que merecido, ganado a pulso sobre el ruedo de Los Califas, gracias a la ridícula sapiencia torera de estos señores, que están haciendo un flaco favor hacia un galardón que, de seguir así, debería de ser suprimido ante tan mayúscula barrabasada como la cometida con Moreno.
Afortunadamente, no soy el único que piensa así. Y como muestra, un brillante botón, ya que mi querido compañero Salvador Giménez lo borda en un artículo publicado hoy en su Córdoba Taurina que no tiene desperdicio. Como indicada Salvador, el Sanedrín de sabios condenó a Moreno, aunque lo que ellos no saben es que se han condenado así mismo.