De acuerdo a algunas fuentes como el papiro de Ebers o el Chester Beatty, existía ya en torno al año 1.500 a. C. y 1.200 a. C. un señor en la corte faraónica que se encargaba de velar por el ano del faraón: el neru phuyt, lo que los expertos han traducido como el guardián del ano. Nombre que, por otra parte, deja las cosas claras y el chocolate espeso… Bueno espeso. La cuestión es que este hombre era el encargado de administrar enemas al faraón, para mantenerlo siempre sano y limpio.Pero no era el faraón el único egipcio preocupado por mantener así su ojete, en realidad era una preocupación nacional. En base a estos y otros papiros de naturaleza médica, sabemos que era habitual que los egipcios se acercasen a orillas del río Nilo para insertarse cañas por vía anal y proyectar agua al interior del recto con la ayuda de vejigas de animales. Parecía que no lo lograríamos, pero hemos conseguido explicarlo finamente (qué poca fe tenéis en nosotros a estas alturas). Pero por si alguien no lo ha entendido aún: se limpiaban con agua el ojete metiéndose palos por el culo. Así conseguían, de acuerdo a sus creencias, mantener a raya enfermedades intestinales provocadas por la mala o la excesiva alimentación.Entonces mantener el culito limpito era cosa de todos, pero solo uno se podía permitir tener a una persona dedicada única y exclusivamente al cuidado de su ano: el faraón. Y claro, la forma en que este se cuidaba el recto no iba a ser igual a la del populacho. En este caso, el guardián del ano introducía una caña de oro en el culo del faraón y (desde el otro extremo, claro está) soplaba agua con fuerza hacia el interior.
Para los de la LOGSE:
esto es un ibis.
Y hasta aquí otro trabajo de mierda. Eso sí, si, por lo que sea, os habéis quedado con más ganas de enemas, os recomendamos pasar por el blog de Francisco Javier Tostado, especialista en historia de la Medicina, donde os contará cómo hacían uso de ellos egipcios, los pueblos de Mesopotamia o los griegos. Por cierto, ¿sabéis quién era un gran aficionado y defensor de los enemas? ¡Nuestro John Harvey Kellogg, ¡nuestro Kellogg!
- Bardinet, Thierry (1995). Les papyrus médicaux de l'Égypte pharaonique. Paris: Fayard.
- Fernández Albor, Gerardo. Historia sucinta de la proctología. En Infomed. (Este señor, además de ser la máxima autoridad de la proctología en España, fue el primer presidente de la Xunta de Galicia, y participó en la fundación del Partido Popular).
- Tostado, Francisco Javier (14/05/2014). “El guardián del ano del faraón”. En franciscojaviertostado.com.