Desde la antigüedad, las más de 1.400 especies de bambú que existen han sido utilizadas en la arquitectura popular como material de construcción. No sólo en Asia o zonas tropicales, como tendemos a pensar, sino que también se emplea desde hace siglos en América, África u Oceanía, o en regiones frías como la Patagonia.
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Sus mejores cualidades son el bajo coste, la facilidad y rapidez de montaje, sin necesidad de contar con personal cualificado o maquinaria pesada para su manejo, su resistencia ante seísmos y su fácil mantenimiento. Algunos partidarios de este material, también cuentan entre sus virtudes lo rápido que crece y lo adecuado que es, por tanto, para reforestar, y a su vez no deforestar otras especies de más lento crecimiento. Debido a esta característica, el bambú se está introduciendo como una especie para consolidar suelos frente a la erosión y reforestar en proyectos de prevención de desastres. Para ello, es importante contar con un experto que elija la especie más adecuada, ya que algunas especies de bambú son invasoras. Entre sus puntos débiles, está su ligereza ante huracanes, su poca durabilidad frente al agua, y su vulnerabilidad ante los ataques de insectos. Vivienda en Nagpur (India)
Aunque en la arquitectura moderna se utiliza en elementos decorativos o en cerramientos, existen otras aplicaciones menos conocidas, usadas ampliamente en la arquitectura popular en países en desarrollo. Ya sea como caña completa, partida o extendida, el bambú se utiliza en prácticamente todos los elementos constructivos:
Cimentación: con cañas gruesas hincadas o bien haces de cañas de menos diámetro atadas, tratadas contra la humedad. Estas cimentaciones suelen ser temporales debido a su poca resistencia al agua.
Estructura: mediante entramados, cerchas, pórticos, estructuras tridimensionales… y también se emplea en puentes.
Cerramientos: formando la estructura del cerramiento y combinado con otros materiales como la tierra, el nopal y el cemento.
Acabados: trenzado en falsos techos, puertas, ventanas, suelos (baldosas, entramados, etc. )...
Otros: canalones, tuberías, tejas, cables con cintas de bambú, andamios, puntales, escalas, gaviones, acondicionamiento de orillas de ríos y diques, etc.
En Asía, se ha empleado el bambú también como refuerzo a tracción del hormigón, aumentando así su capacidad de carga; y en América Latina, se fabrican vigas de bambú laminado, o se aligeran losas de hormigón con cañas de bambú.
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La utilización del bambú, en aquellos lugares donde es aceptado por la población y pertinente técnicamente, nos abre un nuevo abanico de posibilidades, al mismo tiempo que utilizamos un material totalmente respetuoso con el medio ambiente. De nuevo, es la arquitectura popular la que nos da la clave para conseguirlo. MªÁngeles Fernández