"-No tengo ningún don.
-Sí que lo tienes. Y si lo utilizas, las cosas te saldrán como las has planeado.
-Pero...
-Y cuando se cumplan tus deseos, podrás verlo.
-¿Qué veré?
-Tu destino
-¿Por qué?
-Porque el destino es lo que sucede independientemente de los planes que hagas -explicó Satake en tono muy serio, y después le puso un billete de diez mil yenes perfectamente doblado en palma de la mano."