Tras un comienzo de Semana Santa pasado por agua, el buen tiempo ha llegado por fin a Canarias y esperemos que para quedarse.
Las fotos que les enseño hoy las hicimos la semana pasada durante un día de playa en uno de mis rincones favoritos de mi Lanzarote: la playa de Famara. No es la primera vez que les hablo de ella y muchos de ustedes ya sabrán que siento debilidad por este lugar.
Me apetecía compartir las fotos con ustedes y, además, he elegido un fragmento de un texto sobre Lanzarote que mi amiga Natalia González publicó en su blog. Me encanta y creo que define a la perfección lo que yo siento por este tipo de rincones de mi isla.
"Dicen que uno siempre vuelve a los lugares donde amó la vida. [...] Porque eres el lugar que me acogerá siempre que quiera huir, bajo la mirada atenta de tus montañas y la caricia suave de tu viento me sentiré protegida cuando el mundo al que he salido me derribe. No creas que he olvidado mis primeras palabras, que siguen guardadas en una casa de madera junto al mar. Ni pienses que alguna noche he cerrado los ojos sin ver detrás de mis párpados esa montaña que me vigilaba cuando me iba a dormir. Mucho menos imagines que se han borrado las huellas que cada una de tus personas han dejado en mí, no se borran con la distancia las huellas del corazón. El sonido de tus olas sigue presente en mis oídos, un solo segundo basta para desconectarme de la realidad y transportarme a tu playa y a todo lo que ella implica."