Outfit de la semana Blush & Gold Lunchtime Break

Si me pillas así, sin pensarlo mucho, y me preguntas qué quiero para comer que sea rápido, lo más seguro es que conteste en 2 segundos. Mejillones al vapor en salsa de vino blanco. Y patatas fritas gorditas, por supuesto. No hay plato ‘fast food’ (y fast por lo de rápido porque para nada es comida basura) más saludable, más ligero, más saciante y, encima, más asequible. Lo tiene todo. Y a mi se me hace la boca agua. El plato perfecto para la hora o media hora del ‘lunch break’. No me lo tengo que pensar mucho:

Si eres una mujer otoño (cálida, oscura y suave) quizás hayas oído a menudo (y muchas veces de mí) que el rosa no es tu color y, sobretodo si eres muy cálida, que deberías alejarte de él ya que no te hace ningún favor. Sin embargo, hay un tipo de rosa, más cálido y menos saturado (que no pastel que tampoco te quedan bien) que te va a ir de maravilla especialmente mientras más suave seas: el blush.

El truco está sobre todo en darle bastantes toques de dorado y oro rosado ya que el blush por sí solo puede resultar a veces un poco pálido para ti. Este jersey de Zara ilustra la idea perfectamente ya que tiene hilos y lentejuelas en color dorado entretejidos.

Súbele un pelín el contraste con unos pantalones cómodos – en los que puedas estar sentada durantes horas en la oficina – en un color más cálido y más divertido ¡que el otoño está cargado de color al igual que tú! Y haz lo mismo con los complementos para que no te quedes plana en color. Un bolso en ‘colour block’ con acentos de tus colores de poder, un reloj statement en oro rosado, un bonito arm candy… ¿Lo ves?

Unas bailarinas en blush o crema con, de nuevo, un detalle en dorado, atan el look y lo hacen ver completo. Tacones, sí, pero cuando hay que correr para no perder la mesa en el descanso de la comida, ¡vamos a ser las ganadoras!

Y si hubiera que esperar en la fila, tampoco te ibas a cansar demasiado. Que aún estamos a martes…

Al final tendrás tu mesa, en estilo, y sólo te quedará elegir la bebida. Truco: pide los mejillones nada más entrar para que se hagan al vapor mientras tú te sientas y eliges el Sauvignon Blanc

Como decía el profesor de mi lectora Patricia “Dios está en los detalles”. Un outfit combinado con cuidado de esos complementos, detalles y pequeñas cosas como el color, las decoraciones y las joyas, puede llevar una prenda a primer vistazo simple a un outfit que grita clase, calidez y confort al mismo tiempo. No me cansaré de repetirlo: los detalles son el alma de tu outfit. Y no tengas miedo de mezclar joyas finas con bisutería. Hecho con gusto el resultado es un precioso shabby chic style que a mi me parece el rey.

Al final del día sólo te queda sujertate el cabello y subir de un salto a la oficina (¡Si se pudiera!) Pero al menos así de ligera y llena de seguridad en ti misma te vas a sentir tras este saludable y elegante lunch break.

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Todas las prendas son compradas por mi misma.

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