Revista Maternidad

Ozú, con la ola de calor

Por Gabriel Benítez @BrazosMi
Ozú, con la ola de calor
Ante estas olas de calor que estamos padeciendo, toda precaución es poca cuando se trata de niños pequeños. Si tu hijo es como el mío, que no pide agua nunca, sé atento y pregúntale constantemente. Rara vez pide agua y, si la iniciativa es mía y se la ofrezco, lo mismo no bebe nada, o puede beberse media botella en poquísimo tiempo. Cuando estamos expuestos a temperaturas muy altas, corremos el riesgo de deshidratarnos o sufrir un golpe de calor. Los niños, en cuanto a estos males, son muchísimo más susceptibles a sufrirlos.

¿Cómo podemos evitar las consecuencias de las olas de calor?

Tomando estos consejos, la ola de calor puede hacerse más llevadera.

Que no falte agua, ve siempre con su botella

Como ya dije al principio, hay que ofrecerle agua constantemente a los pequeños, aunque no lo pidan. Al menos, cada dos horas, repetir este ofrecimiento, aunque sea con lácteos o zumos. Los bebés no sienten la necesidad de beber porque no tienen completamente desarrollados los centros reguladores de la sed, ésa es la explicación.

Durante las horas centrales del día, mantén a tu bebé bajo techo

Esto lo habrás escuchado muchas veces en anuncios y recomendaciones de médicos: de once de la mañana a cinco de la tarde, evita pasar tiempo en la calle o permanecer expuesto al sol. Un buen aliado en el caso de encontrarte en la calle, aunque sea en la sombra, es un bote de agua con pulverizador. Podréis refrescaros la cabeza y pulverizaros agua por el cuerpo, con la consiguiente sensación de frescor.

Cremas solares, gorras y gafas de sol

No solamente en la playa está indicado el uso de cremas solares, sino en cualquier momento que vayas a pasar al sol. Los niños pequeños tienen una piel tan delicada que, incluso a la sombra, no pueden librarse de alguna quemadura que otra. Respecto a las gorras, que sean transpirables y de visera ancha. Si el sol incide con demasiada fuerza sobre tu cabeza o la de tu crío, puede ocasionar desde dolores de cabeza hasta pérdida del conocimiento.

Niños y coche, mala combinación

Tu bebé, siempre contigo. No lo dejes en el coche ni cinco minutos, ya que, en escasos minutos, comenzará a deshidratarse brutalmente por las altas temperaturas de las olas de calor. Esto parece muy obvio, pero yo presencié una escena en un parking que preferiría no recordarla. Una madre entra a comprar en un supermercado, dejando a su hijo en el coche. Deja las llaves dentro y el coche se cierra. Bien, pues el niño tiene el cinturón de la sillita puesto y no es capaz de quitárselo, por lo que ya empieza a ponerse nervioso, a llorar y a verse muy sofocado. Puede deberse a que ya estuviera muy deshidratado. Pues la madre no consintió en romper la ventanilla del coche, prefirió llamar al marido, quien tardó casi una hora en aparecer con otra llave. Juzga tú tal acción, yo ya lo hice en su día…

La playa y la piscina, nuestros mejores aliados

Si tienes el lujo de poder disfrutar de un chapuzón, no pierdas tiempo en llevar a tu niño, ¿qué mejor forma de pasar una tarde o una mañana?
Protejámonos de estas olas de calor. ¿Qué truquillos usas tú para los tuyos y para ti con estas temperaturas sofocantes?

Volver a la Portada de Logo Paperblog