De momento tengo pensando seguir con el blog. Claro que ahora las entradas ya no serán literalmente “desde Hungría”, como dice el título, pero sí que seguiré en contacto con Hungría y los húngaros. Con la rabiosa actualidad, con las anécdotas, costumbres y rincones de un país que nunca deja de sorprenderme. Aún hay mucho que contar de Magyarország y sus alrededores.
Aprovecho para dar las gracias a todos los lectores del blog, los ocasionales y los habituales, que no han parado de crecer desde que hace más de un año clickase el botón de “publicar entrada” por primera vez. También agradecer los comentarios y emails. Porque al final esa es la energía que me mueve a escribir las entradas del blog. Eso, y, por supuesto, mi amor por un país llamado Hungría.
Último atardecer en el aeropuerto de Budapest, terminal 2A. Recuerdo que llegué por primera vez a Hungría en un vuelo de la ya extinta Málev, cuando funcionaba la ya clausurada Terminal 1 del entonces llamado aeropuerto Ferihegy. Me marché en un vuelo de Lufthansa por la Terminal 2 en el ahora llamado aeropuerto Liszt Ferenc. Es curioso cómo pasa el tiempo.
