OBRAS
PABELLÓN E3, MÉXICO · 18/09/2015
Un anciano matrimonio busca adaptar su vivienda familiar a sus nuevas necesidades. Se trata de una propiedad adquirida en los años sesenta en la ciudad de Mérida, en la Península de Yucatán (México), en uno de los primeros barrios residenciales que se construyeron alejados del casco histórico. El matrimonio adquirió la vivienda principal y más tarde la propiedad vecina, donde se situaron algunas de las habitaciones de su numerosa familia, que más tarde pasaron a ser habitaciones de invitados. Es en esta segunda edificación, y en todo el jardín que la rodea, donde tiene lugar la intervención. El estudio de arquitectura elegido redefine el programa y el acabado de los diferentes espacios de la forma más económica posible.
El nuevo programa definido cuenta con una habitación para el matrimonio, un baño, un vestidor, un acceso independiente y una terraza multifuncional y parcialmente cubierta que hace a su vez de recibidor, salón y cocina-bar. Este último espacio sirve de nexo de unión de los espacios públicos y privados, apoyándose en un patio interior, sustraído del conjunto original, que sirve de pivote para la circulación a través de los nuevos espacios.
En el análisis de la edificación existente, se identificaron elementos que permitieron la construcción de una segunda piel que ofrece confort térmico, privacidad, seguridad al edificio y a su vez sirve como elemento integrador. Esta se resolvió con una celosía de cemento vibro-comprimido realizada con moldes descontinuados de los años sesenta, pero hecha con la misma mezcla a base de cemento blanco empleada en la mayoría de los aplanados nuevos, de forma que el mismo material va mutando en su textura a través de toda la obra. Los materiales empleados son de fácil mantenimiento, debido a su acabado visto, pigmentos integrados y óxidos.
El traslado al edificio intervenido implicó un replanteamiento de la forma en la que se relacionaba este con la casa principal, donde se mantienen la cocina y las áreas sociales formales, así como el acceso desde la calle. Se crea una nueva entrada peatonal que indica su jerarquía desde el exterior de la propiedad con respecto al acceso original, y a través de él se llega a una plaza rodeada de vegetación en donde convergen la casa principal y el pabellón. El nuevo diseño del jardín triplica la superficie de áreas verdes original.
La vinculación con la región en la que se sitúa la obra se enfatiza a lo largo de la intervención con el uso de materiales regionales, la introducción de vegetación endémica y la selección de texturas y colores asociados a la cultura local, entre otros.