Sugerida por...Carmel Martín
1. Mecha que está en el centro de la vela. 2. Parte carbonizada de esta mecha. 3. Hilo grueso, resistente, poco tramado, hecho de algodón, que se emplea, entre otras cosas, para tejer alpargatas, hamacas o cubrecamas. En Venezuela
Pabilo proviene del latín vulgar papīlus, y designa una cuerda -generalmente de algodón- hecha con cordones retorcidos, sometidos a un tratamiento adecuado para la combustión... Se trata sin duda del elemento central de la vela, el encargado de mantener la llama encendida absorbiendo la cera fundida...
...Según las prácticas manufactureras del gremio, el pabilo debe sobresalir exactamente 2 centímetros en la parte superior de la vela. Una vez encendida esta, el pabilo -blanco en origen- se torna negro y curvo, excepto en el extremo del mismo, que al ser incandescente luce un intenso color rojo. A medida que la vela se va consumiendo, el pabilo, consecuentemente también va disminuyendo de tamaño...
...Además, cabe reseñar que por extensión semántica, tal y como recoge el DRAE en su tercera acepción, en Venezuela se denomina también de esta forma el hilo grueso de algodón empleado para tejer -por ejemplo- alpargatas y hamacas...
Para ilustrar nuestra voz del día, hoy os traemos hasta nuestra página al escritor ecuatoriano Vladimiro Rivas Iturralde (n. en 1944), y más concretamente su novela El legado del tigre, de la cual reproducimos un fragmento alusivo a la nuestra palabra del día:
“…Tomó los fósforos y encendió una de las velas, que ahí permanecían casi tocándose, tallo contra tallo. El pabilo de la otra era muy corto, y después de casi vaciar la caja sólo se prendía unos instantes para apagarse de nuevo. La primera, en cambio, seguía ardiendo. Abrieron una ranura común a las dos para que el exceso de cera que asfixiaba a la renuente llama se vertiera en la otra y dejara su pabilo en libertad para arder. Pero la vela del pabilo corto amenazaba con sofocar a la otra…”
Y terminamos recordando otra palabra ya publicada en LLdM que comparte raíz con la que hoy nos ocupa, nada menos que el verbo DESPABILAR... :)
¡Hasta la próxima palabra llameante! ;-)
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