Este nuevo portavoz del Partido Popular --uno de los nuevos, de esos que se parecen a los chicos de Ciudadanos: jóvenes treintañeros, “modernos” bien parecidos, sonrisa falsa y provenientes de La Moraleja— ha aprendido rápido y bien a hacer lo que hacen sus maestros peperos: Mentir.
Y lo hace sin contemplaciones, no le tiembla el pulso. Si ve algo bueno en su partido lo exagera, naturalmente niega lo que está mal e inventa lo que sea para favorecer a los suyos o denigrar a los adversarios políticos. Y hay que reconocer que no lo hace mal. Lo hace con tintes dramáticos, lástima que no sea un buen actor, pero pone empeño.
Lo que es más grave es que mientras que, por ejemplo, a Montoro se le reconoce como un mentiroso compulsivo pero con tintes controlados y provocadores, a este nuevo portavoz se le ve enseguida el plumero y es tanto lo que exagera que pierde toda credibilidad y además le falta el histrionismo de Montoro, simplemente parece un niño pijo, mentiroso y de gesto forzado, ni tan siquiera sabe reírse como el ministro, o sea como una hiena.
Es un simple al que han colocado ahí, para representar el futuro de su partido y, sin embargo, se le nota que es más de lo mismo, eso sí con veinte años menos, pero con los mismos vicios.
La última es de traca, como casi todo lo que dice. Y es que por atacar a Syriza, y de paso a Podemos y a la izquierda española, el pijo de turno ha decidido, por su cuenta y riesgo que el corralito ha provocado una ola de atracos y de violencia inusitada en la sociedad griega, justo lo contrario de lo que dicen todos los medios de comunicación que ha pasado por Grecia, tanto españoles como internacionales, incluidos los de mayor prestigio como el New York Times o el Financial Times, que resaltan el ejemplo del pueblo griego que, a pesar de la difícil situación, conserva la calma y donde no se están produciendo violencia, sino solidaridad.
Miente como un bellaco, como lo que es, a sabiendas de que se trata de meter miedo y de denigrar a los griegos, que son los malos de la película, entre otras cosas porque al ganar el referéndum, Casado y su partido lo han perdido, puesto que habían apostado de forma clara por el sí, y ya ven lo que ha salido.
Cualquier cosa vale en ese partido, las mentiras más odiosas que acusan a un pueblo que está demostrando una actitud pacífica digna de encomio. Se trata de servir a Merkel y su gente como sea. Su alineación con Alemania y con las instituciones europeas es tan burda que no cejna en mentir con tal de que la noticia les salga como ellos quisieran.
Y Casado, al igual que sus maestros, fabrica la noticia a su antojo y luego trata de repetirla para hacerla verdadera, aunque no tenga nada que ver con la realidad. Es gente peligrosa, mala, capaz de cualquier cosa con tal de que la realidad no le tuerza sus deseos.
Bueno, pues este individuo tan obtuso y pijo-pepero es el futuro del PP. Un personaje peligroso que miente, que ha denigrado la Memoria Histórica, y cuya imagen de joven –en la foto de arriba—, demuestra de dónde viene.
Pues qué quieren que les diga, desde mi ateísmo más absoluto: “Que dios nos coja confesado, si ganan”
Salud y República