Pablo Iglesias otra vez

Marcos Ana fue condenado por tres asesinatos en los que participó en Alcalá de Henares, localidad en la que residía, cometidos en julio y septiembre de 1936. Sus víctimas, como todas las de la represión frentepopulista durante la Guerra Civil, cometieron el “grave delito” de ser religiosos o de derechas.

Su primera víctima, asesinada el 23 de julio de 1936, fue un sacerdote llamado Marcial Plaza. Tenía 41 años, su verdugo 16. Menos de dos meses después, el 3 de septiembre, sus víctimas fueron Amadeo Martín, de 24 años y cartero de profesión, asesinado por su vinculación con la organización política Acción Popular; y Agustín Rosado, labrador de 45 años que cometió el grave atentado contra el proletariado de asistir a misa los domingos.

Una vez más, ni siquiera los muertos son iguales en la izquierda que en la derecha. Si estos últimos matan, son asesinos fascistas, pero si lo hacen los primeros es una revolución que merece celebrarse y felicitarnos por haberla llevado a cabo. El Sr. Iglesias no tiene problemas en calificar de asesino a D. Manuel Fraga (lo ha hecho en varias ocasiones en Televisión), pero considera ejemplo de dignididad y compromiso el haber participado en los asesinatos de tres personas civiles cuando el criminal es de su cuerda ideológica. Sin comentarios.