Pablo Iglesias ha dicho que la situación de Venezuela es nefasta. Esto ha sido interpretado por muchos como una forma de tomar distancia de sus primeros discursos en los cuales reivindicaba al chavismo. Lo que los marxistas tenemos que explicar es la forma en la que Pablo Iglesias toma distancia de la Revolución Bolivariana. Este distanciamiento del chavismo de parte del líder de Podemos, no es otra cosa que una claudicación ante la oligarquías y el imperialismo. Esto lo digo porque Pablo Iglesias no es el primer líder de izquierda en tomar distancia de lo que ha estado pasando en Venezuela. Pero siempre el distanciamiento es por derecha. Por ejemplo, Pablo Iglesias dice que ve como un modelo a seguir al expresidente de Uruguay José Mujica. Con esto Pablo Iglesias nos da a entender que él no quiere ser un caudillo que busque eternizarse en el poder como Hugo Chávez. Pero detrás de ese acercamiento a José Mujica hay algo más. La conciliación con las oligarquías. ¿No se han puesto a pensar por que los grandes grupos económicos nunca buscaron derrocar el gobierno de José Mujica? Porque el Frente Amplio de Uruguay nunca intento ningún tipo de reforma que afecte los intereses de los capitalistas. A diferencia del gobierno de Hugo Chávez que si fue derrocado por sus reformas que fueron rechazadas por grandes empresarios y el imperialismo. Esto no significa que Hugo Chávez o Nicolás Maduro haya cambiado el modelo económico de Venezuela. De ninguna manera, Venezuela sigue bajo un sistema capitalista. Pero a diferencia de José Mujica que en el marco del capitalismo siempre busco la conciliación con los ricos. El chavismo, por el contrario, si se enfrentó a los grandes empresarios. Pero sin salir del sistema capitalista. Por eso Venezuela no deja de ser un país sometido al capital financiero. Esa es la razón por la cual Nicolás Maduro aplico terribles ajustes económicos que empobrecieron al pueblo venezolano. Estas medidas de ajustes del chavismo son muy parecidas a las políticas de austeridad aplicadas en Europa. Esto significa que Pablo Iglesias no solamente quiere mantener el sistema capitalista, sino que no piensa ni rozar levemente los intereses de las oligarquías y el imperialismo.
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