
Iglesias es un tipo cambiante que antes alababa la pobreza sencilla del pueblo pero ahora es millonario, que a veces aplaude al rey, al que antes quería guillotinar, y que en el fondo de su corazón aspira a ser presidente de una Tercera República Española, continuación de la fue derrotada por Franco.
Unidas Podemos, inseguro y nervioso, tras pegar tantos bandazos como Ciudadanos, está muriendo en el poder, desprestigiándose y llenándose de contradicciones en un gobierno que ya es considerado en Europa y el mundo como antidemocrático, antipopular, torpe y ruinoso para los españoles.
La crisis del coronavirus está llenando de vergüenza y oprobio al dúo Sánchez-Iglesias, culpable de la peor gestión realizada en el mundo de la pandemia y de haber sembrado España de cadáveres, sobre todo de ancianos, a los que han expulsado de este mudo sin piedad, en soledad, sin amor y sin respeto.
Pocos políticos han sido tan dañinos como Pablo Iglesias para la democracia española. El líder de Unidas Podemos ha destrozado y desprestigiado el sistema democrático en tan solo cuatro años. Su biografía demuestra que se ha alejado de sus principios y se ha enriquecido de manera inexplicable.
En menos de tres años, Pablo Iglesias ha pasado de ser el chico de Vallecas que vivía con su abuela a ser el dueño de una villa en una urbanización de empresarios y millonarios.
Su partido nació pujante, recogiendo en su seno a los indignados y a los decepcionados por la suciedad de la democracia española y la indecencia de los dos grandes partidos, el PSOE y el PP, pero Iglesias lo destrozó en poco tiempo, acabando con su universalidad, su impulso ciudadano, su capacidad de despertad ilusión y esperanza y sus valores populares, convirtiéndolo en sectario, vertical, antidemocrático y comunista.
Con la credibilidad perdida, con su partido dividido y con sus antiguos amigos en desbandada, Pablo Igesias es un cadáver, aunque él no lo sepa, a pesar de su poder. Sabe que lo crucificarán cuando ya no pueda repartir poder y dinero entre los suyos. El poder y el reparto del botín son su única salida para evitar ser despedazado.
Francisco Rubiales