No se ganó Zamora en una hora
La hija de Fernando I, Doña Urraca, recibió a la muerte de su padre el señorío de Zamora. Su hermano, el rey don Sancho II de Castilla, llamado el Bravo, deseoso de arrebatarle tan preciada herencia, sitió la ciudad zamorana. Pero ésta fue bravamente defendida por Doña Urraca durante 6 meses, hasta que el traidor Vellido Dolfos asesinó por la espalda a don Sancho, el 6 de octubre de 1072. De esta forma trágica concluyó el cerco y nació la frase no se ganó Zamora en una hora, que se utiliza para recomendar paciencia, ya que las empresas grandes y difíciles requieren largo tiempo.