Revista Opinión

Paciencia al limite

Publicado el 03 diciembre 2016 por Carlosgu82

Dicen que la paciencia es un don, o por lo menos yo lo he repetido incontables veces, pero a veces me resulta bastante irónico… a la primera de cambio suelo frustrarme y mostrarme bastante mal humorada. Hay que hacer siempre un esfuerzo para que la tormenta que está a punto de caer se suavice y caiga gota a gota sin que en su prisa por desahogarse terminemos más empapados de esa dosis de arrebato que si nos metiéramos a nadar al mar.

Hay que tener paciencia para poder deleitarnos mejor de los mementos de tranquilidad y felicidad y podamos disfrutarlos a plenitud, como debe ser.

Hay que tener paciencia para encontrar la compañía perfecta, paciencia para decir las palabras correctas, paciencia para no descontrolar a los controlados, paciencia para tratar enfermos, paciencia, paciencia, paciencia…

Un libro, un café, una buena charla, una canción, la soledad, todos ellos pueden ser ingredientes para que se cocine a la perfección el estado de paz que necesitamos. ¿Quién dijo que la paz es constante y eterna? No. nos llega a ratos, igual que la felicidad, porque al final somos un rompecabezas de sentimientos… Eso somos.

Por otro lado y aunque suene fuera de lugar creo que a veces es bueno perderla (la paciencia) por que nos hace descubrir de nosotros  “el otro lado”, saca lo malo de nuestra persona, pero aunque suene loco y muy a mi pesar creo que es justo eso lo que nos permite conocernos más a nosotros mismos. Ese momento donde tocas la lava del infierno y sientes que no puedes más que soltar alaridos, es el momento clave que nos hace descubrir nuestros propios límites.

“La paciencia vale oro” dicen y con razón ando escasa de pesos. Suelo perderla demasiado rápido con las cosas simples y me atiborro de ella con los plazos largos y  las complicaciones del momento, para mi representa un lío total, no así con las cosas que parecen insignificantes para los demás, hay una complicación espacial en esto.

Tal vez el tiempo haga que vea las cosas de forma distinta, tal vez las cuestiones no cambien y siga siendo complicado mostrarme paciente, mientras tanto no me quedare en el intento…

¿Dónde está tú límite ahora?


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