PACKARD BELL APESTA , PACKARD BELL miente, PACKARD BELL no se hace cargo de los ordenadores que vende y no escucha a los consumidores de su marca.
He pasado más de un mes sin ordenador, me han causado un montón de problemas, he perdido un montón de horas de trabajo y han larvado una imagen de su servicio que me obliga a asegurar que nunca jamás compraré ninguno de sus productos.
Señores de Packard Bell: les aseguro que los clientes ya no somos personas anónimas, con poco margen de influencia. Sus clientes ahora somos blogueros, tenemos cuentas en Facebook y Twitter y podemos llegar a más gente de la que ustedes soñaron jamás. Escúchenos y mejorará. No nos escuche y nos perderá para siempre.
- Capítulo 1
Hace poco más de seis meses me compré un ordenador pórtatil Packard Bell en una gran superficie. El ordenador es mi herramienta de trabajo, y debo decir que utilizo el ratón a diario porque nunca me he sentido cómoda con los táctiles que vienen integrados en los portátiles.
El ordenador tenía una garantía de compra de dos años, que registré por Internet el mismo día que configuré mi ordenador. Pero desde el primer momento, sentí que la unidad USB donde solía meter el ratón bailaba un poco. Lo cierto es que nunca le dí la importancia suficiente como para informar a Packard Bell del error.
Pero a principios del mes de Junio, mientras asistía a un curso de formación, al sacar el ratón, salió con toda la unidad de la USB ( traducción para profanos: se quedaron dentro del enganche del ratón unas barritas negras que contiene el puerto). Como ni me enteré de que esto había ocurrido, al volver a encender el ordenador y meter el ratón, el ordenador hizo ¡chasssss¡ y se apagó ¡Blurrrffff!.
Nunca imaginé que aquello fuera a convertirse en una terrible odisea, mi gran viaje mesíatico… un recorrido por un desierto de operadores, teléfonos, envíos, portátiles viajeros y momentos surrealistas propios de una comedia de Woody Allen (por cierto maestro, si quiere un gran guión sólo tiene que dejarme un comentario abajo).
Os ahorraré detalles. Despues de varias llamadas al centro de atención al cliente, y hablar con varios operadores de no se qué país lejano y extraño acento, conseguí entender que yo debía de enviar el ordenador a BARCELONA (más de 600 Km de viaje) ¿¿??.
Ante la obviedad de que aquello era una larga despedida, preparé el ordenador. Obviamente no era tan fácil. El envio debía de cumplir los siguientes requisitos:
1. El ordenador debía estar en una caja cerrada y con dos vueltas de plástico protector (dios!! Dónde carajo se compra plástico de burbujas???)
2. Un cartel que especificara mis datos personales
3. Copia de la factura y una descripción de lo que le había ocurrido al difunto ordenador (¿¿¿como se escribe “el ordenador hizo chassss y se apagó, y el motor seguía emitiendo un tenue grrrhhh”???)
4 Llamar por teléfono y gestionar la entrega con un operador de mensajería. (esperar en casa a que lleguen, cuadrar horarios y en definitiva, perder un montón de tiempo y horas de trabajo ).
Con gran tristeza y la sospecha de que no volvería a ver en un largo tiempo a mi ordenador, esperé al mensajero y lo vi partir.
- Capítulo 2
Al cabo de unos días, recibo un mensaje electrónico de Packard Bell. En esta comunicación se me informaba que el servicio técnico había inspeccionado el ordenador y el equipo de expertos (asesorados por el equipo comercial, me temo) había determinado que los daños del ordenador se debían “ a un mal uso” y por lo tanto, no se hacian cargo de la reparación.
¿Equipo técnico? ¿Para ver un puerto USB??? Como los expertos son expertos y no tontos, me adjuntaban un presupesto de reparación. Por la módica y ajustada tarifa de € 625 euros (WTF??).
presupuesto
Basicamente la tarifa consistía en abrir el ordenador, cambiar la placa base (que suponían dañada aunque no lo sabían), cargar un montón por mano de obra y enviarme el ordenador de vuelta.
¡ Shit! Ahora si que estaba enfadada. Acudí al vendedor de la gran superficie para que les presionara, llamé a otro montón de operadores que me hacían contar la misma historia una y otra vez. Y esperé, esperé, esperé…
Tres semanas después de que el ordenador llegara a su departamento técnico, y ante la evidencia de que no lo iban a arreglar, les solicité que me lo devolvieran.
Eso sí que lo hicieron rápido. Solo me hicieron enviar un mail con más datos y datos para solicitar su devolución sin arreglar. Al cabo de unas 48 horas recibo este mail:
ordenador arreglado
¡Pero y ahora que mierdas significa esto! Cómo que arreglado????? ¿Qué diablos significa esto?? Volví al teléfono… después de los incontables comandos de acceso (marque 7 para servicio técnico…..), conseguí hablar con la operadora Isabel (lo siento, cariño pero temo que si no digo tu nombre no me crean) quien me aseguró que el ordenador había sido reparado y estaba siendo revisado por un técnico.
GUAUUUUUU!!! Aquello si que eran buenas noticias. De repente, amaba de nuevo a Packard Bell, habían escuchado a un cliente que se quejaba y habían actuado en consecuencia. Al fin y al cabo, el ordenador solo necesitaba cambiar un puerto USB. Podian asumir ese coste….
Recibí de vuelta el ordenador en casa, de nuevo de la mano de un servicio de mensajería y cuando lo abrí….
Ploffff ¡!! Estaba exactamente en las mismas condiciones que cuando lo envié. Esto es, roto, sin puerto y sin arreglar.
Conclusión extraida: Packard Bell miente y engaña a sus clientes.
- Capitulo 3
- Pataleta, hiperventilación, ataque de rabia y mocos. ¡Quien mierda me mandó meter a Packard Bell en mi vida!
Pero los clientes del mundo actual somos gente con recursos. Y gracias a las redes sociales, recursos me sobran.
Llamé al gran @txente , amigo de Twitter y gran, gran persona. Es un super frikie como yo, pero con valor añadido. Quedamos en su garito, desmontó el ordenador, canceló el maldito puerto USB con un puñetero destornillador de toda la vida de Dios, volvió a montar el ordenador y voila!!!! ASUNTO ARREGLADO.
Ahora solo tengo una deuda: agredecer a @txente de por vida el arreglo (que no me costó ni un euro) y hacerle toda la publicidad que pueda a su taller.
El ordenador volvió a funcionar en ese mismo instante y sigue en perfecto funcionamiento. Por lo tanto, la placa base NO ESTABA ROTA. El presupuesto de 625 euros era totalmente desmedido y a todas luces un abuso.
Señores de Packard Bell: Su departamento de técnicos son unos señores muy poco profesionales. Y me explico. No se puede enviar al cliente un presupuesto de reparación sin antes avisar de que el daño no lo cubre la garantía. Eso esta mal. Eso es poco asertivo, y poco inteligente por su parte. Pone al cliente a la defensiva y le convierte en enemigo de su marca. Eso esta mal si su objetivo es ganar dinero. Porque viven de nosotros, sus clientes.
Escuchen a sus clientes, porque no nos quejamos por capricho. Siempre que hay una queja, hay un motivo para ella. No somos masoquistas ni nos gusta perder horas al teléfono con operadores de incomprensible lenguaje. Creános
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LOS COMENTARIOS (1)
publicado el 16 marzo a las 14:12
Éstas cosas pasan por RECHAZAR sin tan siquiera sopesar de antemano a la pequeña tienda de barrio, al vendedor de confianza, a ese que cuando le entregan un ordenador que ha vendido, coge, pone la pieza y asume el coste, y después se pega con la marca aún a sabiendas de que seguramente le pase lo mismo que a ti, pero por su prestigio, su reputación, su orgullo y sus VALORES, hace con todo el gusto del mundo para un cliente del que ha ganado quizás 15 o 20 € en la venta del portátil.
Para otra vez, ya sabes a dónde no tienes que ir, grandes establecimientos que solo quieren el beneficio engrosado en sus cuentas anuales y a los que les importas, como has visto, UN PIMIENTO.